Negredo enarbola la bandera del carácter

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla ha logrado una importante victoria ante el Mallorca que deja atrás la mala imagen de Vigo y que lo reafirma en sus principios del comienzo de la temporada. Carácter, intensidad, verticalidad... y Álvaro Negredo.

Lo cierto es que el delantero madrileño ha completado ante el Mallorca un partido magnífico. Apareció cuando su equipo más lo necesitó para levantar el encuentro y empatarlo por dos veces, para dejar a su equipo metido en el encuentro y aspirar al triunfo, y justo cuando más complicado estaba el duelo.

Ha sido Negredo una parte fundamental de la victoria nervionense, pero ha tenido buenos complementos. El equipo de Míchel, que vio el partido desde la grada, superó sus propias inseguridades a costa precisamente de sus propias virtudes. Pese a su gran comienzo del choque, con 20 minutos buenos de verdad, se dejó superar en el marcador por dos veces en apenas cuatro minutos en sendos fallos de bulto de la zaga.
Primero en una salida alocada de Palop que propició el gol de Bigas, que le cogió la espalda a Cicinho, y luego, un minuto después del empate de Negredo, con un tanto que fabricaron el otrora añorado Gio y Hemed ante la pulsilanimidad de Fazio y la lentitud de Spahic. Pero aún así se levantó el Sevilla.
Que no remontara el conjunto hispalense un encuentro en casa desde hacía años no era casualidad. Y la razón principal ha sido la falta de carácter de los anteriores 'Sevillas'. Bien, este sigue teniendo fallos, sigue teniendo parcelas que mejorar, sigue teniendo fugas, pero no se le puede achacar falta de carácter, o falta de coraje, no a nivel general, aunque algunos invidualmente sigan viviendo en una esfera alejada de la competitividad.
Este Sevilla tiene coraje por argumento competitivo. Y no debe ser el único, pero es tremendamente tranquilizador sentirlo en cada encuentro. Se lo transmiten un gran Rakitic, un inmenso Navas, un fiable Navarro... Por eso la derrota de Vigo transmitió tan malas sensaciones, porque ese carácter desapareció en ese encuentro.
Pero el caso es que podemos concluir que este Sevilla tiene coraje. Y más cosas, claro. Tiene dudas defensivas cuando aparece Fazio, y cuando Palop cumple con su salida errática de cada vez en cuando; adolece de cierta agresividad sin Medel, y tiene un problema en la banda izquierda cuya solución ya está presente (esperanzador regreso de Perotti). Pero luego tiene una banda derecha de nuevo temible. Temible es Jesús Navas y temible se está convirtiendo su pareja con Cicinho, capaz de rehacerse de una mala primera mitad con una asistencia y con un gol decisivo. Y, ante el Mallorca, ante todo, ha tenido a un gran delantero, Álvaro Negredo, que ha asumido la responsabilidad de levantar al equipo y enarbolar la bandera del carácter, de la remontada, de la personalidad.
Así ha levantado el Sevilla el partido ante el Mallorca y de hecho así debió ganar incluso con más comodidad. Lo que queda claro es que así, con esos argumentos, con ese carácter y competitividad, superará más obstáculos que los que dejará en el camino, aunque a veces los obstáculos sean propios.