Quién dijo derbi

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla ha reaccionado en la Liga de la mejor forma posible al varapalo que sufrió el pasado jueves ante el Betis. Ha goleado al Valladolid y, dejando de lado la eliminatoria europea a falta del partido de vuelta en el Villamarín, encara la recta final de la Liga con moral y con argumentos, como el del reaparecido Marin, que este domingo dio ese paso adelante que le pedía Emery y se convirtió en protagonista provocando directamente los dos primeros goles de su equipo. Confirma sus pretensiones europeas y gana confianza para afrontar la remontada en la UEFA el equipo nervionense.  

Porque Europa es una cosa y la Liga es otra. Es la afirmación que ha realizado y plasmado el conjunto sevillista este domingo ante el Valladolid. No ha dejado el conjunto de Emery que el resultado ante su eterno rival alterara su camino en la Liga. Ha afrontado el encuentro con la seriedad que requería el choque, con concentración y con intensidad, dejando claro a su rival desde el inicio que sus opciones iban a ser pocas y que mandaba el Sevilla. En concreto, mandaba el Sevilla con el balón, y mandaba el Sevilla con calidad, la que salió de las botas sobre todo de un gran Marko Marin y de un acertado Reyes. El alemán pidió la pelota y brindó los dos primeros goles. El utrerano combinó y creó problemas a un débil Valladolid. A ellos se unieron Gameiro, Rakitic, Cristóforo, y en líneas generales todo el equipo, que mantuvo un buen nivel.

El partido se jugó casi desde el inicio en el campo del Valladolid, y eso fue buena señal, porque si la pelota estaba en botas de los sevillistas eso quería decir que los buenos jugadores locales estaban activos, y a la postre, que iban a plasmar en el terreno de juego la superioridad del equipo. Eso sucedió cuando Reyes, Rakitic, Marin y Gameiro se asociaban, y sobre todo porque anduvo bien en la presión el equipo nervionense y robaba rápido. Así, la pelota pasaba por los futbolistas de calidad con mucha asiduidad. No en vano tuvo más posesión el equipo de Emery en estos minutos (66%-34%) y eso se tradujo en ocasiones y en jugadas de ataque, muchas protagonizadas por Marin, como la que dio origen al penalti del 1-0. El alemán se fue internando e internando hasta meterse en el área y provocar un penalti que Rakitic transformó alejando fantasmas desde los once metros.
Con el resultado a favor el Sevilla bajó un nivel en su presión, pero no en la agilidad de sus combinaciones, ya fueran entre Reyes y Rakitic, entre Gameiro y Rakitic, entre Marin y Rakitic o entre Marin y Gameiro, como la que dio origen al segundo gol sevillista. Los mediapuntas y atacantes nervionenses fabricaban paredes como edificios en el 'boom' inmobiliario y líneas de pase como carreteras en urbanizaciones. Muy bueno el pase de Marin y remate de ejecutor del francés que remataba una buena primera parte con un segundo gol.
El Sevilla tenía ya el encuentro encarrilado, pero hizo bien en salir como salió en la segunda parte: con intensidad de nuevo y manejando la pelota con autoridad y con cantidad, porque tenía futbolistas que se encontraban cómodos con ella. Con ese ánimo y con ese talante fue poco a poco acabando de decantar el encuentro sin mayores problemas el Sevilla. Pudo hacerlo en una ocasión clamorosa de Gameiro tras una maravillosa jugada de estrategia entre Rakitic y Marin, pero esperó a que Velasco Carballo le echara una mano, nunca mejor, dicho, en un penalti que no era tal y que transformó Gameiro, también por el centro.
El encuentro parecía ya cerrado y la superioridad sevillista siguió plasmándose en la calidad de sus futbolistas ante una floja oposición vallisoletana. En una de esas gotas exquisitas Reyes puso una maravillosa asistencia desde la banda a Diogo para que llegara como el extremo que no tiene el equipo nervionense para hacer el cuarto y llenar de moral las reservas blanquirrojas de cara al jueves, por mucho que Javi Guerra maquillara el marcador poco después dejando en evidencia una pérdida absurda del propio Reyes y un mal blocaje de Beto.
Más allá de la trascendental cita del jueves, en la Liga el Sevilla da un paso de gigante para establacerse entre los seis primeros clasificados, justo en la jornada en que sus rivales se cruzan y pueden dejar el camino expedito.