Quique, Valverde... ¿y Nuno?

Nuno Espirito Santo, entrenador del Valencia CF, está en la cuerda floja. Por la ciudad del Turia no están especialmente contentos con el desempeño del técnico portugués y, para colmo, este domingo visita el estadio que fue tumba de dos de sus antecesores más cercanos.

Hace poco más de ocho años, el conjunto che, dirigido por un cuestionado Quique Sánchez Flores, visitaba a un Sevilla FC en el que debutaba como entrenador Manolo Jiménez, justo después de la marcha de Juande Ramos al Tottenham Hotspurs. Ese día, el equipo nervionense resurgió y le endosó un 3-0 a los valencianistas gracias a los goles de Kanouté, Poulsen y Luis Fabiano.
El Valencia, pese a la derrota, era cuarto en la jornada 9 de la 2007/08. Pero no estaba fino en Champions y esa semana venía de perder en el campo del Rosenborg. La directiva decidió ‘cargarse’ a Quique y en esa temporada el banquillo estuvo ocupado por Óscar Fernández, Ronald Koeman y Voro. Los che acabaron décimos, e incluso se llegó a temer por el descenso. Eso sí, el entrenador holandés acabó alzando la Copa del Rey, el último título de la entidad.

El caso de Valverde

Otro entrenador que dirigió su último partido como valencianista en el Ramón Sánchez-Pizjuán fue Ernesto Valverde, en la temporada 2013/14.
El hoy técnico del Athletic Club vio cómo se esfumaban las opciones de que el Valencia fuera a Champions en Nervión. Era la última jornada y el Sevilla se jugaba una remota posibilidad de jugar la Europa League quedando noveno, como así fue al final –ganando la competición en Turín y eliminando en semifinales precisamente a los levantinos-, y los del ‘Txingurri’ llegaban cuartos, por lo que una victoria le servía para jugar la previa de la Champions.
Sin embargo, cuatro goles de Negredo –hoy valencianista- desactivaron a los che, que se adelantaron por medio de Banega –hoy sevillista-. Soldado hizo un doblete, pero no sirvió para nada a un equipo que quedó quinto.
Valverde no renovó, aunque la decisión ya la había tomado antes de que comenzara a rodar la pelota en Nervión.