Grandeza por bandera

Rotos los techos, cumplidos los sueños, conseguidos los objetivos, disfrutados los éxitos, rememoradas las alegrías, erizada la piel, resecas las gargantas, mojadas las espaldas, superado el insomnio, recorridos los kilómetros, izadas las banderas y levantadas y besadas las copas, ¿qué queda? ¿Qué línea aparece en el horizonte para el que ha alcanzado su meta? Pues ni más ni menos que volver a romper los techos, volver a cumplir más sueños, lograr más objetivos y volver a disfrutarlos para volver a vivir esa alegría que al sevillismo le pone la piel de gallina; volver a cantar y cantar hasta acallar sonidos atronadores, volver a mojarse si es necesario en pos de un nuevo título, recorrer más kilómetros, en tren, en coche... izar de nuevo la bandera del Sevilla FC, levantarla y volver a reencontrarse con la plata.

Esa es la bendita obligación del Sevilla y esa es la bonita ambición del pentacampeón de la Europa League, que tras batir al histórico Liverpool en la final de Basilea el viernes se asoma de nuevo al balcón de la historia para intentar hacer morder el polvo a otro histórico, a otro gigante, de Europa y de España, el FC Barcelona. La final de la Copa del Rey de este domingo, marcada en lo político y en lo social por la polémica de las banderas esteladas independentistas de Catalunya, representa para el Sevilla una preciosa oportunidad de rematar la semana más mágica de su más que centenaria vida. La inyección de moral que supuso la victoria del miércoles, por el cómo, el dónde y el contra, convierte al equipo de Unai Emery en doblemente peligroso a pesar de partir en clara inferioridad. Peligroso por ambición, peligroso por moral y peligroso por fuerza, la propia del plantel y con la que llegan al Vicente Calderón 20.000 sevillistas con ganas de volver a dar su propio recital, como en el St. Jakob Park, y volver a ser un jugador más en la alineación del Sevilla.
Es claro favorito el Barceona, pero hay un halo de magia en todo lo que rodea al Sevilla en la previa del partido. El sevillismo está desenfrenado, optimista, no ve límites y por supuesto ve a su equipo capaz de cualquier cosa después del triunfo el miércoles pasado en la final de la Europa League ante el Liverpool. Ese ánimo, esa moral, no solo está instalada en la afición. El equipo está igualmente crecido y con la moral por las nubes, tiene un doblete histórico al alcance de su mano y saben que, al cien por cien, pueden hacer frente al Barcelona.
Luego está, claro la parte más prosaica de la historia. El Sevilla es campeón de la Europa League, pero el Barcelona es campeón de Liga. Además el conjunto nervionense cuenta con varias bajas de peso. La consabida de Krohn Dehli y la también conocida de N'Zonzi, que fue sancionado en el partido de vuelta de la semifinal ante el Celta. Especialmente relevante parece la segunda, pues el francés se ha convertido en referencia en la salida de la pelota del Sevilla desde hace meses. Su ausencia, en todo caso, parece que será paliada con una fórmula que tampoco es que le haya ido mal a Unai Emery cuando la ha utilizado, la de Iborra con Banega. El valenciano como mediapunta ya completó grandes partidos en los duelos de Liga ante el Barcelona, incluso en la ida en Nervión hasta marcó. Salvo sorpresa, será la única variación en la alineación en cuanto a jugadores de campo con respecto a la final de Basilea. El otro cambio viene en la portería. Sergio Rico será el encargado de jugar. Luego, salvo sorpresa, Rami llegará a tiempo y si no fuera así las balas en la recámara son Pareja y Fazio, pues Kolo también está sancionado por su insulto en el último partido de Liga ante el Athletic. La sanción la cumplirá en la final de Copa y en los partidos de Supercopa de España de agosto.
Quizás el cansancio sea el mayor hándicap propio, mientras que los obstáculos ajenos ya los pone a borbotones el Barcelona. Luis Suárez, Messi, Neymar... el tridente culé da miedo y sobre todo el estado de forma del uruguayo. El conjunto azulgrana parece recuperado de su pájara, que casi le cuesta la Liga. Y es el máximo favorito, pero el Sevilla se ve capaz de todo. Quizás porque es verdad que es capaz de todo.
Alineaciones probables:
FC Barcelona: Stegen; Daniel Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Iniesta; Messi, Suárez, Neymar.
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Carriço, Escudero; Krychowiak, Iborra; Coke, Banega, Vitolo; Gameiro.