El papel secundario de Ben Yedder
No corren buenos tiempos para Wissam Ben Yedder. El ariete ha caído relegado al ostracismo desde la llegada de Vincenzo Montella al Sevilla, merced al papel protagonista que ha adquirido Muriel. Un intercambio que ha encendido las alarmas en el rendimiento del delantero galo, que apenas ha logrado ver portería en una ocasión de las últimas nueve.
El técnico italiano llegó a la capital hispalense con el derbi en el horizonte y sin apenas tiempo para cambiar a corto plazo el esquema de la entidad. Un sistema en el que Ben Yedder se antojaba como pieza clave, habiendo recuperado la ilusión de la hinchada sevillista por la solvencia ofensiva del delantero, que había anotado el triple de goles que su homólogo cafetero. Unos números a los que ha terminado de restarle importancia el entrenador transalpino, que ha depositado toda su confianza en las prestaciones de un Luis Muriel que se la ha devuelto a base de goles.
Motivos más que suficientes para que Montella haya casi dejado de contar con el francés, relegándolo incluso a un tercer escalón en detrimento del recién llegado Sandro. De las nueve citas que ha dirigido ya el italiano al Sevilla, en solo tres Ben Yedder ha completado la totalidad del partido. Sendas titularidades realizadas para complementar la carga de minutos y que no han logrado reivindicar sus prestaciones. En las cuatro citas más importantes de la temporada, en cuartos y semifinales coperas, apenas le ha brindado veinte minutos al francés, condenado a tener un papel secundario.
A pesar de ser titular ante el Real Betis, Alavés y Éibar, Ben Yedder ha adquirido un papel que rebaja la carga de minutos de Muriel y que incluso ha sido superado por Sandro. El canario ya fue titular en la goleada del Éibar y le ganó la partida al francés al salir en la vuelta copera ante el Leganés, donde dio la asistencia final para que el Mudo Vázquez sentenciara el encuentro. Unas decisiones que han mermado la importancia que tenía el delantero francés a principios de curso y que le obligarán a luchar por cambiar la opinión de Montella de aquí a final de curso.