El retorno del Rey

El Sevilla ha vuelto a la Europa League, ahora ya sí, de todo derecho. El pentacampeón, el Rey de la competición, estará en su torneo, el que le ha hecho grande. Ante el Sigma Olomuc hizo lo que debió, ganar, solventar la eliminatoria y certificar la clasificación para la fase de grupos. Se cierra así un verano competitivo, que no metereológico, para el equipo de Machín, que solventa con nota quizás su principal objetivo. Hizo lo que debía y este viernes parte como el cabeza de serie número uno de la competición.

No hubo sustos ante el Sigma Olomuc porque el Sevilla es muy superior, evidentemente, y porque, tras unos primeros de tanteo en los que algo concedió, se encargó de demostrarlo sobre el terreno de juego. Machín ya mandó un mensaje sacando de inicio a futbolistas como Banega o André Silva, referencias a todas luces. Y el equipo lo captó. Se puso bien sobre el campo y, más allá del acierto o el error en algunos jugadores, fue ejecutando su plan, solo empañado brevemente por un par de llegadas checas con peligro.

Pasado esos sustos relativos, el Sevilla empezó a adelantar líneas, presionar con cierto sentido y siempre al nivel que le permitían las peculiaridades de sus jugadores (Mudo, Nolito...), y con eso, más o menos, bastó.

Se plantó en numerosas ocasiones ante la portería del Sigma Olomuc y los goles, que pudieron llegar antes, aparecieron. Y lo hicieron a través de jugadas a balón parado, porque en jugada sí que se echó de menos algo más de precisión. Primero Gonalons, de los mejores del partido por su gol y por alto nivel de concentración y competitivo, y el segundo en propia meta tras un remate del Mudo. El Sevilla ataca con muchos efectivos, siempre que puede robar pronto, y posiciona muchos efectivos en campo contrario, también a balón parado. Parece que con Machín goles como estos, que pueden parecer constantes, con dosis de fortuna, obedecerán también a las buenas costumbres tácticas.

Con los dos goles el Sevilla ya ahí bajó algo el pistón, claro está, y con un derbi a la vuelta de la esquina. Pero seguía mostrando argumentos. Arana quiere, llega, lo intenta, retorna y vuelve a llegar, pero tiene una alarmante falta de claridad arriba. Nolito es otro que lo intenta, y trenzó buenas acciones y hasta un gol que pareció injustamente anulado, pero no parece tener la velocidad necesaria para las rápidas acometidas de este Sevilla, Igual el Mudo. Demasiado al pie. Por lo demás, el equipo nervionense parece haber captado la idea de Machín y en cuanto recupera los carriles van hacia arriba, los mediapuntas buscan la combinación rápida y el delantero busca el espacio. Sale a veces, otras no, pero la consigna sí que está instalada.

Apareció Ben Yedder

En la segunda parte el partido ofreció menos noticias, porque la eliminatoria ya estaba decantada y porque el ritmo bajó. Sí sirvió, sin embargo, para que Ben Yedder se reencontrará con el gol a las primeras de cambio. Recién salido, tras el cambio por André Silva, anotó en una jugada algo rocambolesca.

Machín aprovechó para dar descanso al mismo portugués, Banega y darle minutos a Ben Yedder o Muriel, que por cierto no fue recibido de la mejor forma en Nervión.

El partido acabó con el personal ya pensando en el derbi y el Sevilla con la satisfacción de estar ya metido de lleno en su competición, de la que es el Rey, y en la que hoy conocerá a sus rivales en la fase de grupos.

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