El Sevilla vuelve al trabajo con ausencias tras el varapalo en el derbi
La plantilla del Sevilla volvió este lunes al trabajo con ausencias, entre los lesionados y algunos de los internacionales convocados por sus selecciones, y con la idea de pasar página de su derrota del domingo en el derbi contra el Real Betis (1-0), en el comienzo de la primera semana del parón liguero.
Los sevillistas, quintos en LaLiga Santander con 4 puntos, perdieron en el Benito Villamarín su primer partido en esta competición y el segundo, después del 2-1 encajado ante el Barcelona en la Supercopa de España, de los diez oficiales que lleva jugados, al haber tenido que superar tres rondas previas a la fase de grupos de la Liga Europa.
El entrenador Pablo Machín dirigió una sesión en la Ciudad Deportiva del club que empezó con toda el plantel haciendo carrera continua, aunque posteriormente los titulares en el derbi continuaron con ejercicios de recuperación en el gimnasio y los suplentes y los jugadores no convocados con el trabajo sobre el césped.
Al entrenamiento asistió el director de fútbol del Sevilla, Joaquín Caparrós, para dar su apoyo al cuerpo técnico y a los futbolistas, que a su vez también han animado al central argentino Gabriel Mercado, que fue operado este lunes de la fractura del cúbito del brazo derecho que sufrió en el partido contra el Betis.
La lesión ha impedido a Mercado incorporarse a la concentración de Argentina para participar en sus próximos partidos en estos días sin competición, en los que su compañero Franco Vázquez, también convocado, sí podrá estrenarse como internacional absoluto con la Albiceleste.
Además, han sido llamados por sus respectivas selecciones el meta checo Tomas Vaclik, el portugués André Silva, el holandés Quincy Promes, el colombiano Luis Muriel, el joven portero Juan Soriano y el francés Joris Gnagnon, estos dos últimos por los combinados sub-21 de España y Francia.
El central danés Simon Kjaer también había sido convocado, aunque al final, según informó el club, no ha tenido que viajar al haberse suspendido los dos partidos que tenía previsto jugar Dinamarca, frente a Eslovaquia y Gales, por un desacuerdo entre la Federación Danesa y su Asociación de Futbolistas.