El paseo por Europa empieza de la manita
El Sevilla solventó de forma rotunda su primer compromiso en la Europa League, ante el Standard de Lieja. Una goleada, una manita, que lleva tranquilidad al Ramón Sánchez-Pizjuán después de unas semanas de dudas. Dudas que durante parte del partido afloraron, pero que se disiparon en una segunda parte en la que el Sevilla fue más Sevilla de Machín, un rastro que parecía haberse casi perdido.
Más que la goleada del Sevilla, la buena noticia es que durante la segunda parte el equipo de Pablo Machín dio algunas señales de ser eso, un Sevilla de Machín, un Sevilla con identidad.
Ese Sevilla de Machín, que aún no parece haberse completado, quizás se intuyera, con toda la salvedad, en una buena segunda parte. Es verdad que el Standard no ofreció una durísima resistencia, pero también que el equipo nervionense supo poner el partido en un escenario donde lucieron más sus virtudes y se ocultaron sus carencias. Esto es, el Sevilla adelantó las líneas, presionó en zonas más altas, contó con eficacia, la de Ben Yedder, y jugó más en campo contrario que en propio, por lo que su defensa sufrió menos. Con esas virtudes se reencontró con la confianza el pentacampeón, que además demuestra que mantiene el idilio con su competición.
Ben Yedder reclama su sitio
Demostró el delantero francés, con dos goles, que Machín debe tener en el armario alguna variante que dé cabida a dos delanteros, porque prescindir de él puede ser demasiado lujo en este Sevilla. Tuvo eficacia y participación. Como la tuvo el Mudo, que anotó un golazo, y como la tuvo Banega, que hizo el otro doblete que completaba la remontada, anotando además un golazo en el 1-0.
Aunque al descanso el Sevilla se marchó con ventaja 2-1, casi todo lo mejor lo dio el equipo de Machín en la segunda parte, cuando ejecutó su plan con mayor acierto. En la primera, eso sí, se mostró deslavazado. Jugando más a impulsos, colectivos e individuales, que con patrón de juego, y sufriendo también en defensa, en la que Carriço parece ser el defensa más fiable del equipo nervionense. Y eso dice mucho del actual estado y nivel de la zaga.
Amadou, y otra lesión en el brazo
Luego, además, está la mala fortuna. La cuarta lesión de relevancia de la temporada, la tercera en un brazo, condena a la falta de efectivos del conjunto hispalense. Esta vez fue Amadou, en una jugada absolutamente fortuita, fue el que sufrió la luxación en el codo. Esa lesión de Amadou, en el minuto 12, volvió a trastocar los planes de Machín. El centrocampista procedente del Lille, que tuvo un inicio desafortunado en todos los sentidos (pérdida en el minuto 1, amarilla en la misma jugada) pretendía fortalecer físicamente una medular que precisa más potencia, presencia, resistencia. Virtudes, características esas que es de suponer que poseen Amadou y Gonalons, Lo que ocurre es que Machín, o por lesiones o por elecciones, de Roque y Banega, no ha querido o podido proporcionársela al equipo.
Esa lesión y la falta de intensidad del Sevilla en algunos momentos, complicaron por momentos el encuentro, incluso llegando el 1-1, pero reaccionó con el golazo del Mudo antes del descanso. Luego la segunda mitad ya fue de plena superioridad sevillista. Adelantó las líneas de presión, robó y llegó. Y a las primeras de cambio una buena acción de Ben Yedder, que recibió, se revolvió, dio y remató a asistencia de Arana, puso tierra de por medio en el marcador. Buena jugada del delantero francés, una garantía de goles, eso no hay quien lo dude, y buena acción de Arana, que precisa de intervenciones decisivas para coger confianza.
El cuarto llegó en un robo de Banega cerca de la frontal, que dio paso a un pase rápido a Ben Yedder, que definió de cine. ¡Eso quiere Machín que sea su Sevilla! Mucho más que eso, claro. Pero al menos es un patrón de su proyecto. El quinto, que siempre es bonito redondear e iniciar así su Europa League, llegó de penalti, en jugada también originada en robo de pelota.
El Sevilla se reencuentra con la Europa League de la mejor forma posible, con victoria y goleada, que además llega en buen momento porque las dudas empezaban a aparecer. Y además, ese triunfo rotundo permitirá afrontar la fase de grupos de forma más cómoda.