Pablo Blanco, Dorsal de Leyenda a medio siglo de sevillismo

El gran protagonista de la entrega del XI Dorsal de Leyenda del Sevilla FC fue, obviamente, Pablo Blanco. El actual director de cantera de la entidad ha vivido uno de sus momentos más emotivos como miembro de un club al que llegó hace 50 años.

50 años de sevillismo, una cifra redonda en la que se ha decidido a homenajear a una de las figuras clave para entender la historia pasada y reciente del club de Nervión. Figura fundamental en la maquinaria de una entidad que hoy es referente en el panorama futbolístico internacional.

Pablo Blanco disfrutó del acto desde su llegada. Su sonrisa al ver el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán abarrotado lo decía todo. Después hubo tiempo para las sorpresas, las lágrimas y también para un discurso que representa fielmente cómo es él.

Pablo comenzó dando las gracias. Por la presencia de los expresidentes Roberto Alés -“usted es el máximo responsable de que estemos aquí y de cómo estamos”- y de Rafael Carrión –“confió en mí cuando más lo necesitaba”-. “Muchas gracias a todos, es imposible medir la alegría. Me gustaría saludar uno por a uno a los capitanes del primer equipo y al cuerpo técnico tan maravilloso que tenemos”.

Tuvo tiempo para comentar anécdotas con Bertoni, recordando que decía a su llegada algunas bromas como “os doy una pared y me devolvéis una ventana”, y también para intentar descolgrse el sambenito de jugador duro. “Yo entraba fuerte, yo no daba patadas… En esos marcajes me quedaba quieto y se daban con mi codo, eran jugadores muy bajitos, se tropezaban, pasaban por allí…”, narraba entre la sonrisa de los asistentes.

Además, tuvo sentidas palabras para el director de fútbol de la entidad, Joaquín Caparrós. “Este tío sí que es sevillista. Joaquín, ya te llegará el premio, no sólo el banquillo de oro”.

El homenaje de Castro a Pablo Blanco

Justo antes había tomado la palabra el presidente José Castro, encargado de entregarle el Dorsal de Leyenda a Pablo Blanco como máximo mandatario de la entidad de Nervión. “Hoy es un gran día para los sevillistas, volvemos a entregar un Dorsal de Leyenda, la máxima distinción que puede recibir un exjugador de nuestro club. Tributo a nuestra historia, lugar de relevancia a un héroe del pasado, un héroe que no ha perdido vigencia porque 34 años después de colgar las botas sigue estando presente. Se incorporó en octubre del 68 como juvenil al Sevilla FC y medio siglo después es santo y seña del sevillismo. Hombre de un solo club de principio a fin. Aquí estamos contigo, Pablo, que es lo mismo que decir aquí estamos contigo, Sevilla. Blanco tenía que ser. El jugador con más partidos de nuestra historia solo superado por Jesús Navas, aquel chiquillo que él reclutó cuando era un duendecillo que saltaba los charcos de su pueblo”, explicaba el presidente.

Castro: “Aquí estamos contigo, Pablo, que es lo mismo que decir aquí estamos contigo, Sevilla. Blanco tenía que ser”

“Hablar de garra y bravura, la casta y el coraje de nuestro himno oficial, el que nunca se rinde en nuestro himno de El Arrebato. Se hizo hombre con Max Merkel y lidió en los tiempos difíciles en Segunda. Vio caer a su compañero Pedro Berruezo en Pasarón. Aquel que a los 26 años heredó la capitanía del primer equipo de manos de Enrique Lora. Es el perfecto anfitrión de grandes como Biri, Scotta, Pintinho, Bertoni, Buyo… jugadores que recordamos con emoción y cariño. ¿Cómo aquel equipazo se quedó sin tocar plata? Pero el fútbol es así. El futbolista perfecto en los derbis y jugaba allá donde hiciera falta. Incluso llegó a compaginar la faceta de jugador como la de secretario técnico. Pablo es nuestro escudo, me han dicho que le ha llegado este momento demasiado tarde. Pero había que dárselo en la temporada que cumple cinco décadas en su club. Fuiste un jugador ejemplar, de leyenda. Tu club te pone en el lugar que mereces junto a los más grandes. Tu gran día tenía que llegar y llegó. Gracias en mayúsculas las que te da el presidente del Sevilla en voz de todo el sevillismo”, expresó Castro.