Éver Banega fue expulsado el pasado domingo por doble amarilla en el partido del Sevilla FC ante el SD Éibar y no estará el próximo fin de semana en el partido ante el Villarreal. Antes de ver la roja, había sido amonestado por Iglesias Villanueva en la que era su décima amarilla, por lo que en todo caso no podría haber jugado en tierras castellonenses.
Con sus dos entradas bruscas sobre los jugadores armeros, el argentino dejó con diez a los suyos en los minutos finales –aunque consiguieron empatar en inferioridad-, se convirtió en baja asegurada para Villarreal y, además, cuando regrese volverá a estar a una tarjeta amarilla de ser sancionado, por segunda vez, por acumulación de amonestaciones.
El puesto en el que está jugando Banega en esta temporada le deja más expuesto a las sanciones, pues al jugar justo por delante de los tres centrales es la última barrera del centro del campo. El argentino se ha convertido en el máximo recuperador de la competición, pero también en el más tarjeteado con once amarillas, por encima de Dani García (Athletic), Campaña (Levante) y Mario Gaspar (Villarreal), que llevan una decena.
El centrocampista sevillista se perdió el último partido de 2018, ante el Leganés, debido a que vio su quinta amarilla en el partido ante el Girona. Desde entonces, Banega ha jugado seis partidos de LaLiga y ha visto seis tarjetas amarillas.
Y es que el de Rosario es un hombre acostumbrado a ser amonestado. En su estancia en el Sevilla ha visto 53 en 182 partidos –una cada 3,43 partidos-, y en el total de su carrera han sido 119 en 481 encuentros.
Además, Banega ha sido expulsado en el Sevilla en cuatro ocasiones, dos de ellas por roja directa y otras dos por doble amonestación. La última, la de este domingo ante el Éibar que deja a su equipo sin faro en el Estadio de la Cerámica.