Ganando también se aprende (2-0)

Los más veteranos de la Ciudad Deportiva insisten: la derrota enseña, madura y perfecciona. Sin embargo, en contra del dicho, el Sevilla Atlético se empeñó en aprender, en madura y en perfeccionar en un complicado encuentro ante la Balompédica Linense. Victoria ante la fuerza y el empuje linense, tres puntos vitales para la clasificación y un único mensaje: este equipo quiere seguir creciendo en la categoría.

El inicio soñado. El mejor comienzo posible. El Sevilla Atlético arrancó como una moto. Apenas pasaban cinco minutos tras el pitido inicial y el marcador ya era positivo. Sólo corrían 5' de partido y Bryan Gil ya había cambiado el signo.

El primer recital de Bryan Gil: Carrerón, jugada mágica y asistencia a Chris Ramos

El habilidoso extremo sólo necesitó una ocasión para demostrar la razón por la que Pablo Machín le usa una y otra vez como revulsivo en el primer equipo. El '7'del B agarró la bola, llegó a línea de fondo y hasta en dos ocasiones le regaló a Chris Ramos el tanto. Ahí el del Pucela no perdonó. El primero, sin apenas tiempo para reaccionar.

Sin embargo, lejos de abandonar, los de Luci siguieron pujando fuerte por el 1 en la quiniela. Pocos minutos después, otra vez Bryan. Tras recoger un balón suelto en el área, el mago de los franjirrojos desbordó, se metió en el área pequeña y sólo con falta pudieron detenerle.

Balón al punto de penalti, ocasión idónea para dar el golpe... Pero perdonó. Berrocal se encargó de lanzar en ausencia de Curro y el balón se fue a las nubes.

A raíz de ahí, el equipo fue a menos. Chris Ramos, que también merece capítulo aparte, se fajaba en ataque ante Kibamba, el gran central de la Balona, y sus compañeros lo aprovechaban.

Con el central fuera de sitio, Mena aprovechó los espacios para, después de un buen recorte, plantarse ante el meta visitante. Y otra vez se perdonó al rival. Su disparo se fue arriba y aunque el público intentó reconocerle el trabajo, tras 30' de máxima intensidad, las piernas de los del SAT necesitaban descanso.

Por suerte, en su crecimiento final, los de La Línea no acertaron ante la meta blanquirroja. Pitido final; descanso necesario.

Con victoria se aprende mejor

El paso por los vestuarios podrían haber sido de reflexión, descanso y aprendizaje. Sin embargo, los primeros 15' de la segunda mitad enseñan más que cualquier charla.

Amarilla a Javi Díaz por ¿pérdida? de tiempo, amarilla a Bryan Gil por entrar en el juego de la provocación, entradas, codazos y algún pique sin venir a cuento. Todo cerrado por un penalti sobre Casas que el árbitro esta vez no pitó.

Luci debía tocar el equipo. Chris Ramos, primero, y Casas al banco; Javi Pérez y Traoré al campo. Mena y Bryan eran referencias a falta de 20'.

La tormenta parecía estar a punto de llegar. Pero la angustia, el sufrimiento y el puño apretado tuvo premio. Bryan, que se dejó el alma sobre el verde, que parecía estar offside, puso un precioso balón para que Manu Sánchez anotase el segundo.

Mañana soleada, mañana de aprendizaje, de lecciones y, por encima de todo, victoria.