La recta final de Gonalons

El Sevilla FC ha descansado este lunes y a partir del martes comenzará a preparar el transcendental partido ante el SD Huesca. Transcendental porque necesita volver a la senda de la victoria, especialmente fuera de casa, y todo lo que no sea sacar los tres puntos ante el colista será un sonoro fracaso, especialmente viendo cómo se está apretando la clasificación en las últimas jornadas.

Ahora comienza una nueva etapa de competición, con tres partidos de LaLiga –Huesca, Real Sociedad y Espanyol- y dos de la Europa League –los de la ronda de octavos de final ante el Slavia de Praga- antes del último parón por compromisos internacionales de la temporada, que se llevará a cabo el 24 de marzo.

Así las cosas, se antoja fundamental que a Pablo Machín se le vacíe la enfermería, y el efectivo que espera como agua de mayo el entrenador soriano es Maxime Gonalons.

El francés lleva entrenando con el grupo desde el 6 de febrero. Tras más de tres meses de baja desde que se lesionara el 15 de noviembre, encara el tramo final de su recuperación e incluso podría tener minutos en Huesca. A su regreso, se comentó que en unas tres semanas podría volver a competir, plazo que se cumple ya.

A Gonalons apenas le ha dado tiempo a disputar 251 minutos con el Sevilla en lo que va de temporada, repartidos en tres partidos de LaLiga y dos de la fase de clasificación de la Europa League. Dos graves lesiones óseas le han impedido aportar al equipo, pero una vez que se recupere puede ser una pieza clave para dar descanso en el centro del campo, la línea más castigada por las lesiones y que, en estos momentos, atraviesa un peor estado físico.

El galo, que llegó cedido por la Roma, ya dijo en su día que le gustaría quedarse en Nervión, pero para ello Gonalons necesita cuajar un final de temporada notable. Es hora de mostrarse.