No hay duda de que Pablo Machín está en la picota. El Sevilla FC atraviesa una de sus peores rachas del Siglo XXI y, evidentemente, el entrenador es el primer señalado. El partido de Huesca, propicio para cambiar la dinámica, salió rana y ya son muchos los que piden que el soriano sea destituido de su cargo.
En la cúpula del club aún no se ha acabado la paciencia con el técnico, y de momento no se plantean una destitución inminente. Se le fichó como un entrenador de futuro y despedirlo es una opción que no gustaría nada. Eso sí, lo que suceda en los próximos partidos será determinante para afrontar o no un cambio en el banquillo.
Pablo Machín se la juega la próxima semana, en un doble enfrentamiento en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Slavia de Praga y la Real Sociedad. En la Europa League el Sevilla está obligado a pasar de ronda y, de hecho, se le pedirá hasta dejar prácticamente encarrilada la eliminatoria en el partido de ida.
Pero aún más transcendental será el partido liguero ante el equipo donostiarra, uno de los que le pisa ya los talones en la tabla clasificatoria. El Sevilla únicamente ha ganado un partido de LaLiga en 2019, está sexto y la Champions League queda ya a cinco puntos. Si cae ante los txuri urdin perderá con seguridad el puesto que da acceso a la competición europea
Tampoco es descartable que Machín siga en el equipo pese a que los dos próximos partidos en Nervión no salgan bien. El club podría esperar al parón liguero para buscar un sustituto de garantías con más tiempo. A estas alturas el mercado de entrenadores es muy limitado y en pocas ocasiones una destitución cambia a un equipo. La experiencia con Montella el pasado ejercicio no la ha olvidado nadie.
Hace dos semanas el entrenador del Sevilla se encontró en una situación similar tras perder en un pésimo partido en Villarreal. Jugaba en cuatro días ante la Lazio y el FC Barcelona en el Sánchez-Pizjuán y dos catástrofes podían mandarle al paro.
Sin embargo, el equipo fue capaz de eliminar con solvencia al equipo italiano y le plantó cara al Barça, cuajando un primer tiempo sobresaliente y teniendo que sufrir al mejor Messi de los últimos tiempos. La afición valoró positivamente la actuación del equipo y Machín salvó su cuello, pero la derrota en Huesca le ha vuelto a poner en el disparadero. Necesita resurgir y el Sánchez-Pizjuán será el escenario en el que se decida su futuro.
Esta semana no, sería un disparate. Creo que el problema es más de la dirección técnica que del entrenador (que también), la defensa del Sevilla es de cachondeo, muy pocos se salvan, sin laterales rápidos que cierren los espacios, los centrales mas de lo mismo, sin velocidad y cortos técnicamente, si a eso le sumamos que el que mas balones recupera es Banega lo dice todo del centro del campo. en fin desastre de confección de la plantilla, además el entrenador cabezón.
No hay nada que decidir, había que haberlo cesado hace mas de 20 jornadas. Es un inútil demostrado.