El Sevilla FC sigue en barrena en el año 2019 y ni siquiera la Europa League sigue siendo el asidero al que agarrarse. El equipo ha empatado en casa ante un débil Slavia de Praga y la afición ya tiene la mecha muy corta.
El partido llegó con el 2-2 al descanso. El Slavia neutralizó primero el gol de Ben Yedder y después el de Munir, con evidentes problemas en defensa y la sensación de que se dejaba vivo a un equipo inferior que, además, iba perdiendo en el segundo 24.
En el intermedio se produjo la primera gran pitada de la tarde. El sevillismo ve que su equipo no reacciona y ya está harto. Eso sí, durante toda la segunda mitad alentó a los suyos en busca del gol que le diera al menos la victoria. El equipo lo intentó de todas las maneras, pero no llegó y la eliminatoria se va a Praga con un resultado muy peligroso.
Cuando Ruddy Bouquet decretó el final del partido la bronca se multiplicó y las protestas se dirigieron esta vez al palco. “Pepe Castro dimisión” se puedo escuchar claramente. De momento Pablo Machín se fue de rositas, pero la situación del soriano comienza a ser crítica.