La clave de los éxitos del Sevilla FC en los últimos lustros es la de aceptar desde dentro que se trata de un club vendedor. Vender para crecer, que diría aquel. Sin embargo, el mercado futbolístico se ha movido más rápido en los últimos tiempos y muchas cláusulas de rescisión se han quedado pequeñas, una situación que Monchi quiere subsanar, siguiendo con la nueva política instaurada en los últimos meses y que se ha visto reflejada en el fichaje de Diego Carlos.
El central brasileño procedente del Nantes ha sido el primer fichaje del director deportivo de San Fernando en esta segunda etapa en Nervión. El Sevilla ha pagado por él unos 15 millones de euros, y se confía mucho en el crecimiento del futbolista.
Así pues, en el contrato que vincula a Diego Carlos con el club hispalense para las próximas cinco temporadas figura una elevada cláusula de rescisión. Según ha podido confirmar ElDesmarque, el precio de su libertad asciende hasta los 75 millones de euros.
No es la primera de las cláusulas de rescisión millonarias que ha fijado el Sevilla en los últimos tiempos, pues desde el final del pasado verano se está siguiendo esta política. La de Diego Carlos será la cuarta libertas más cara de la plantilla tras las de Quincy Promes (150), Munir (90) y Wöber (80), concretamente las últimas tres compras de Joaquín Caparrós.
En la otra cara de la moneda quedan otras cláusulas que se han quedado obsoletas, especialmente la de Pablo Sarabia, que en estos momentos es de 18 millones de euros, o la de Banega, de 20. Tampoco es especialmente alta la de Ben Yedder, que está fijada en 40 ‘kilos’ en una época en la que los grandes goleadores están saliendo de sus equipos por cifras que doblan esa cantidad.