Siempre que habla un componente del equipo que devolvió la gloria al Sevilla FC, a mediados de la primera década del Siglo XXI, su palabra es ley. Lo ha hecho ahora Julien Escudé, exdefensa central sevillista que está muy pendiente del equipo en el que vivió sus mejores momentos como futbolista.
El galo ha comparecido este lunes en los micrófonos de la radio oficial del club para hacer análisis de lo visto hasta ahora del nuevo Sevilla de Lopetegui, y al ser preguntado por su fichaje favorito ha hablado con claridad. “Me quedo con Joan Jordán. Representa esa identidad que quiere recuperar el nuevo Sevilla".
“Tiene ese toque, ese juego, esa facilidad con la pelota... tiene un perfil muy, muy bueno para el Sevilla. Me gusta muchísimo Koundé, aunque todavía no lo vemos hecho. En Francia han alucinando porque el Sevilla se los ha robado para jugar aquí y estamos muy contentos por tenerlo en la plantilla. A Reguilón lo conocemos y es muy buen fichaje, por su actitud, su compromiso, su trabajo, su juventud... Todo eso va a sumar más y yo creo que hay una plantilla bastante equilibrada", añade Escudé.
El galo cree que, además, se está apostando por recuperar las señas de identidad que ha tenido el Sevilla en sus mejores épocas. “El entrenador está transmitiendo eso, y los fichajes también. Entre Monchi y el entrenador se han comunicado y han sabido qué nos ha faltado el año pasado. Ahí hay que volver a lo que transmitía el Sevilla, que metía miedo en casa y fuera tenía repercusión, rapidez de ataque, una velocidad tremenda. Hay que volver a esa sensación, a esa identidad del club, del equipo y de los jugadores", explica.
El excentral explica cómo fue su llegada al club en el mercado invernal de 2006, apenas unos meses antes de ganar la primera Copa de la UEFA. “Cuando llegué en 2006, del Ajax, me hice muy pequeño porque en el vestuario había una piña muy fuerte de jugadores nacionales, que conocían bien el club. Y sin hablar mucho tenían presencia, y nos sentíamos arropados y teníamos que sumar nuestras calidades y creo que es lo que están intentando".
"En el mundo del fútbol se pierde identidad, las cosas van muy rápidas, los jugadores cambian de equipo y lo que engancha al jugador y le hace sudar la camiseta más que nunca es sentirse no solo, sino arropado por sus compañeros, la afición, la ciudad. Y eso hace que juegue no sólo por sí mismo. Y el Sevilla tiene ese nido de lo que representa la ciudad, lo que es el Sevilla, lo que ha logrado el club. Y el jugador dice, uy, no estoy en cualquier sitio. Hay un escudo y una camiseta y hay que mojarla al máximo cada partido", concluye Escudé.
Qué difícil es encontrar jugadores con un sentido del club como éste.