Uno de los grandes proyectos que el Sevilla FC tiene en mente es la reforma y el tercer anillo del Ramón Sánchez Pizjuán. Un sueño que va camino de hacerse realidad, aunque por delante queda terminar la nueva Ciudad Deportiva. Pero ya se van sentando las bases del futuro campo.
Así lo ha desgranado el director de instalaciones del Sevilla FC, Santiago Balbotín. Nieto del que junto a Delgado Roig presentase el proyecto del actual Sánchez Pizjuán, ha contado los primeros avances del club para el proyecto.
"Es una obsesión del presidente José Castro y hacía 40 años que no se invertía tanto en el estadio. Los proyectos más inmediatos son la Ciudad Deportiva y el estadio. Es un edificio con 60 años, la edad no es un problema. Hemos hecho testeos de laboratorio, valoramos la posibilidad de correr la misma cubierta de preferencia alrededor de los goles y fondo. Está previsto para cubrirlo en preferencia, pero los goles y fondo no están previstos cargarlos", comentó en Canal Sur Radio.
La intención del club es construir un tercer anillo sobre el estadio actual e incluirle cubierta, lo que aumentaría el aforo de 12.000 a 15.000 espectadores. Una opción más viable que la de tirarlo y construir uno nuevo. "Yo no sé cómo la constructora trabaja con nosotros. Hemos hecho en verano todo lo que no se puede hacer durante la temporada. Hay que tener en cuenta que hace unos años el estadio no cumplía ni los estándares para evacuaciones. La idea es hacer el tercer anillo con la obra por fuera. El estadio no es simétrico y una nueva estructura se puede hacer en los goles y los fondos".
Y Santiago Balbotín pone plazos. Entre tres y cinco años si no hay mudanza al Villamarín u Olímpico: "El hándicap del tercer anillo y la cubierta es la organización. Nosotros estamos cargadísimos. Entre tres y cinco años si no se deja de jugar en él. Sería más rápido si nos vamos un año y medio fuera. Trabajar en un estadio en activo es difícil. Estaríamos locos si metemos gente dentro de una obra cuando hay gente dentro. Hay que tomar decisiones de cómo se va a ejecutar y el Sevilla está abonado entero. Un tercer anillo tarda, jugando los partidos entre tres y cinco años. Tienes que ir reubicando gente, ir trasladándola. Jugar en el Estadio Olímpico o el Villamarín son decisiones políticas. Son decisiones políticas que desconozco".