En Sevilla flaco, hasta el VAR es pulga

A perro flaco, todo se le vuelven pulgas dice el refrán. Pero el caso es que también las pulgas convierten al perro en flaco. En este Sevilla, que venía tocadito, muy tocadito, el VAR y su 'innovadora' aplicación por parte de Cordero Vega lo ha dejado enfermo. Una jugada en la que el colegiado interpretó una acción de forma ajena al protocolo, o al menos al protocolo seguido hasta el momento, marcó el resultado y devenir final de un partido que fue de nuevo horrible por parte del Sevilla. Pero no son excluyentes ambas cosas. El mal partido del Sevilla posiblemente habría acabado en victoria si Cordero no usa el VAR como le vino en gana. Como habría sido distinto si hubiera pitado la clamorosa falta de Sergi Gómez de primeras. Fue mala su primera decisión y alegal su segunda con el VAR.

El caso es que esa jugada marcó el partido del Sevilla, que no logró superar al colista Espanyol. Lo estaba haciendo a ratos antes del 1-1, pero casi ni lo hizo, ni contra diez, a partir del empate ni con el 1-2. Porque aparte de Cordero Vega y del VAR, el Sevilla hizo muchas cosas mal esta matinal. El Mudo, Banega, Diego Carlos, Sergi Gómez, Reguilón y Lopetegui, entre otros, erraron y erraron, por ejemplo. El técnico por poner a un lateral lesionado y mermado, decisión que costó hasta un gol. Los otros futbolistas, algunos referencias del equipo, por su mala lectura del partido, sus fallos continuos.

Y así, por una cosa y por otra, el Sevilla se hunde, se deja puntos y se deja ir en la clasificación. La oportunidad de este domingo era clara para recuperarse. Pero no está sano este equipo.

El escándalo de Cordero Vega

El partido estuvo absolutamente marcado por una jugada en la que Cordero Vega se saltó a la piola el protocolo de uso del VAR. Al menos el protocolo del uso del VAR que los árbitros han utilizado hasta el momento. El caso es que el 1-1 del Espanyol, precedida por una falta que rearbitró el colegiado cuando la norma no da autorización a hacerlo, hirió al Sevilla, que terminó por desangrarse por su propia crisis, por sus propias heridas.

Hasta ese 1-1 el Sevilla no había estado mal del todo, aunque con síntomas evidentes de una fragilidad que antes no existía y ahora aparece por doquier. Había marcado un buen gol en una gran acción entre Suso y Ocampos, había pisado mucha área y había generado peligro. Incluso suficiente como para haber hecho algo más que un gol.

Pero a estas alturas de temporada cualquier incisión en la piel sevillista es una herida casi de muerte. Una mala salida de balón de Diego Carlos, que lleva un mes a un nivel mucho peor que su primera vuelta, provocó una acción en la que Sergi Gómez tuvo que cometer una falta que desató todo el escándalo de Cordero Vega, su interpretación del VAR.

Esa acción desactivó absolutamente al conjunto nervionense, hasta el punto de que la primera parte ya murió y los de Lopetegui se desconcentraron, se perdieron.

Y era de suponer que en la segunda parte el Sevilla saldría recompuesto. Pero todo lo contrario. A las primeras de cambio una horrible defensa de Reguilón permitió a Wu Lei pisar al área y marcar casi sin problema, sin oposición.

Solo una vía para la reacción, Suso

El golpe ya fue duro, el Sevilla tardó mucho en recomponerse, casi 20 minutos. En los que estuvo casi más cerca el 1-3 que el 2-2. Finalmente, ya con Reguilón fuera del campo, con Banega también sustituido tras un partido pésimo, empezó a encontrarse poco a poco el equipo a través de la pelota, a través de Suso y Navas, y un poquito de Nolito, de cuyas botas salió un pase a En Nesyri que provocó la expulsión por segunda amarilla de Víctor Sánchez.

El Sevilla, con poca fuerza, con pocos recursos, solo con Suso como referencia ofensiva, apuró en ataque y empezó al menos a meter balones al área. Ni en Nesyri ni De Jong generaban peligro, pero sí Suso, que en una internada clavó una pelota junto al palo a falta de 10 minutos.

Parecía que el empate daba algo de alas al Sevilla, pero ante un Espanyol muy replegado faltaban ideas y frescura. Ningún otro resorte encontró el equipo hispalense, salvo lo mismo, jugada a la derecha, Suso y Navas al ataque y balón dentro de alguno de los dos. Poca cosa, poca originalidad y pocos recursos para un equipo que se ha perdido y que ante el Espanyol cavó un poco más la fosa de su crisis, ya declarada y adornada además con una dosis importante de polémica, pues ha sido el Sevilla víctima de una 'innovación' en el protocolo del VAR que hasta ahora se desconocía. Seguro que el estamento arbitral encuentra una buena explicación a lo que perpetró Cordero Vega en Nervión...

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