Se cumple un año del desastre de Praga

Pocos episodios más negros ha vivido el Sevilla FC en competición europea que el vivido el pasado año en Praga, cuando un débil Slavia le eliminó de la Europa League en los octavos de final del torneo cuyo palmarés domina e ilusionaba. De aquel partido, disputado en el Eden Arena, se cumple justo un año, y la eliminación empezó a desatar acontecimientos que acabarían siendo clave.

El Sevilla de Pablo Machín se desmoronó aquel día en la capital de la República Checa. Llegaba tras un inexplicable empate a dos goles en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en un partido en el que el Slavia demostró ser inferior, aunque una dosis de fortuna le permitía salir de Nervión con opciones.

Pronto se adelantó el Slavia por medio de Ngadeu-Ngadjui, que marcó el primero en el minuto 14 en un córner fatal defendido. Ben Yedder empató transformando un penalti cometido sobre Promes al filo del descanso. El Sevilla necesitaba mejorar, pero nada más comenzar la segunda mitad, a los 10 segundos, el colegiado Ruddy Buquet, de Francia, señaló un inexistente penalti de Jesús Navas y Soucek volvía a adelantar a los checos. Reaccionó el Sevilla con un impresionante golazo de Munir desde fuera del área que empataba la eliminatoria en el 54’.

No hubo más goles y el partido se fue a la prórroga. En el octavo minuto Franco Vázquez cabeceó a gol un centro de Promes y todo parecía sentenciado, pues el Slavia tenía que meter dos goles… y lo hizo. Tres minutos después Mick Van Buren hizo el 3-3 con un disparo cruzado, y cuando la prórroga moría, Traoré marcó el 4-3 definitivo con la colaboración de Kjaer, un gol que mandaba al Sevilla a la lona de la Europa League casi ocho años después de la última vez

Jugaron por el Sevilla Vaclik, Navas, Carriço, Kjaer, Sergi Gómez, Promes, Banega, Roque Mesa (Gonalons, min 73), Sarabia (André Silva, min 78), Munir (Franco Vázquez, min 89) y Ben Yedder (Marko Rog, min 103).

Las consecuencias

Y claro, hubo consecuencias muy claras e inmediatas. Al día siguiente, nada más aterrizar en Sevilla, Pablo Machín fue destituido tras unas semanas de competición en las que el equipo no levantaba cabeza, siendo la eliminación la puntilla.

Joaquín Caparrós tomó el mando del equipo hasta final de temporada y dejó su puesto como director de fútbol. Pocos días antes Monchi había dejado la Roma y ese viernes José Castro ya daba a entender que el de San Fernando regresaba a casa, algo que se hizo oficial tres días más tarde.