Los domingos al sol de Lopetegui y el Sevilla
Mientras dura la cuarentena, los futbolistas tienen sus planes para mantenerse en forma. Muchos son conocidos. Entrenamientos específicos en casa dentro de las posibilidades de cada uno. Pero, ¿qué hacen sus jefes? ¿Qué hacen los entrenadores en pleno encierro con el fútbol mundial parado?
Ellos también tienen sus inquietudes y mantienen su ritmo laboral. Desde sus casas, no dejan de trabajar cuidando los detalles para culminar lo que resta de curso. Pero también mantienen otras actividades. Con mucho tiempo a lo largo del día, pueden desarrollar sus aficiones.
Lejos han quedado las arengas a sus jugadores antes de los partidos. Como la de Al Pacino en la película “Un domingo cualquiera”, donde animó a sus jugadores de fútbol americano con una emotiva charla.
“Todo se reduce a hoy. O jugamos como equipo o nos desmoronamos. Jugada a jugada, pulgada a pulgada, hasta el final. Estamos en el infierno, caballeros. O nos quedamos aquí para dejarnos machacar o luchamos para volver a la luz. Podemos salir del infierno pulgada a pulgada”, dijo.
Facebook, Twitter o Instagram no son muy del gusto de muchos entrenadores. Es el caso de Julen Lopetegui, el preparador del Sevilla FC, que no presta mucha atención a las redes sociales y prefiere mantenerse en contacto con el club y con su equipo técnico para seguir en la distancia el trabajo que ha mandado a su plantilla.
Mientras, el Sevilla se ha volcado en sus redes con la campaña “Quédate en casa” y emite partidos destacados de la historia europea del club para hacer más ameno el encierro a sus aficionados. Lopetegui, mantiene un perfil más técnico y trabaja con más tiempo libre.
Los otros casos
Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, su vecino del Betis, poco propenso a actuar en las redes sociales y que pasa su periodo de cuarentena en casa donde, aparte de preparar tácticas, ver partidos de su equipo y estar en contacto permanente -dos veces al día- con los médicos y preparadores físicos, dedica a su familia el tiempo que no puede cuando está en plena temporada.
Rubi, según informaron a Efe fuentes del Real Betis, conversa a diario con el coordinador del Área Deportiva del club, Alexis Trujillo, se mantiene en contacto con su familia en Cataluña por Skype y en el día a día ayuda a su hijo a hacer los deberes, practica deporte en casa durante una hora cada día, ve Betis TV y películas, juega a la ‘play’ y respeta a rajatabla el confinamiento decretado por las autoridades. Esta semana, sólo ha salido una vez a comprar artículos de primera necesidad.
También en Andalucía, más al este, Diego Martínez, entrenador del Granada, ocupa poco tiempo de su confinamiento en las redes sociales. Pese a ser el preparador más joven de LaLiga Santander, sin haber alcanzado aún los 40 años, difiere de la mayoría de personas de su generación, ya que no tiene cuenta ni en Twitter, ni en Instagram o Facebook. Por no tener, ni tiene WhatsApp en su teléfono móvil.
Pasar con su esposa y con su hija de tres años el tiempo del que no puede disponer durante el transcurso regular de la temporada es su principal ocupación durante este encierro obligado. También dedica muchas horas a su gran afición, la lectura, y sigue la costumbre de leer a la vez varios libros.
Esta temporada se ha ido ya a la mierda. Cuando vuelvan los partidos (si es que vuelven), los jugadores estarán fuera de ritmo de competición y va a ver lesiones a punta pala al tener que jugar partidos oficiales donde hay que ganar sí o sí, no partidos amistosos como en pretemporada donde se va haciendo el cuerpo. Pero vamos, que viendo cada día miles de infectados nuevos y 300 o 400 muertos más en España, por mi parte que le den por culo al fútbol.