Jesús Navas es uno de los futbolistas top del fútbol mundial que tiene por detrás una historia de lo más peculiar. El actual capitán del Sevilla FC fue todo un niño prodigio, que llegó a la élite futbolística siendo prácticamente un adolescente, aunque su cuerpo no ha cambiado mucho desde entonces.
El palaciego estuvo este martes compartiendo un rato con la televisión oficial del club, y entre otras cosas contó una anécdota de sus inicios.
Le tocaba a Jesús Navas compartir habitación con toda una institución en el equipo como Javi Navarro. Pues bien, los nutricionistas del club le incitaban a tomar pasteles y contenidos altos en calorías para coger peso, algo que el valenciano no llevaba demasiado bien. “Me tocaba con él en la habitación y tenía que comer pasteles y engordar un poco. Él me decía: ‘esto no puede ser, te vas fuera de la habitación a comértelos, yo no puedo aguantar este olor’", rememora el carrilero, que quiso mandarle “un saludo muy fuerte a Javi y un abrazo en estos momentos”, debido al reciente fallecimiento de su padre.
Siguiendo con la alimentación, Navas contó otra historia sobre un bocadillo que le hizo la que hoy es su mujer, Alejandra, al principio de su noviazgo. “Me hizo un bocadillo de panceta cruda. Creía que era jamón. La ilusión de los primeros días me hizo comerme el bocadillo”, rememoró.