Cuando lo mejor 'solo' es bueno

El Sevilla volvió a sumar un empate de esos de buen regusto, un punto de esos que valen más porque además de sumar se impide que sume el rival, que siendo el Villarreal no es poca cosa. Y aun siendo bueno, el empate pareció hasta insuficiente, porque tras una floja primera mitad la segunda fue absolutamente nervionense. Tuvo arrestos el equipo de Lopetegui para levantar dos veces el marcador. Y con un poco más de pólvora arriba se habría llevado el encuentro sin mayores complicaciones, pues en el partido todo lo hizo prácticamente el Sevilla. En ataque y casi en defensa, pues dos despistes fueron los que dejaron adelantarse al Villarreal por dos veces.

El resultado es bueno y garantiza mantener puesto de Liga de Campeones, mantener distancias con el Villarreal y superar una parte del calendario empinada (derbi, Barcelona, Villarreal...), si bien el encuentro también deja una parte de preocupación, porque hay jugadores que parece que van a tardar en engancharse y alguno directamente que no va a hacerlo, Rony Lopes, cuya primera mitad fue desastrosa. No a ese nivel de los otros jugadores de refresco (Escudero incluso marcó un golazo y completó un buen partido), pero el cómputo global de las rotaciones fue de suspenso. Lo de la segunda parte fue otra cosa, un Sevilla muy superior con sus jugadores de la unidad A. Tanto que el empate supo hasta a poco.

Naufragio de las rotaciones

Los cambios que Julen Lopetegui introdujo en el campo naufragaron en su mayoría. Si Escudero, Suso, Rony Lopes, Sergi Gómez (además de Banega que no fue titular ante el Barça) eran las novedades, solo el lateral, junto al argentino, claro está, dio el nivel, con un golazo además. El resto, nada o casi nada. Nada de Rony Lopes, que además de no sumar restó, ninguna jugada mejoraba cuando pasaba por él, más bien empeoraban. Tampoco aportó Suso, más allá de dos envíos sin resultado. Estas dos actuaciones, más lo que suponía no tener a Koundé en el dentro de la defensa, empeoraron bastante al equipo. No es que fuera inferior al Villarreal el Sevilla, solo que era más endeble, y eso permitió al equipo local adelantarse por dos veces al conjunto hispalense sin merecerlo, pero aprovechando dos fallos gruesos de marca. Más doloroso fue el segundo, en un córner que concedió en el minuto 49 Lopes de forma absurda. Luego En-Nesyri falló en la marca.

Esa falta de contundencia atrás y la falta de presencia arriba convirtieron al Sevilla en un equipo demasiado plano, tanto como para irse perdiendo al descanso aunque no lo mereciera.

El descanso sirvió a Lopetegui para revolucionar al equipo. Quitar los eslabones débiles de la unidad B y dar entrada a la unidad A, Munir, Ocampos y Navas, por Suso, Lopes y Sergi Gómez.

El equipo mejoró, no podía ser de otra forma. Jugó más en campo contrario y se defendió, siempre con Fernando como ayuda omnipresente, de manera más segura. Teniendo presencia en campo contrario empezó a generar juego, Banega encontró intérpretes de sus geniales ideas y el equipo, ocasiones. Y con Navas y Ocampos encarando ganó en profundidad. El canterano y capitán sevillista puso tres balones de valor. El primero no encontró rematador, el segundo lo remató Jordán y la sacó de forma espectacular Asenjo, y el tercero lo remató de forma aún más espectacular Munir, que se anotó un golazo de volea para empatar el partido y hacer más justo el marcador.

Doble reacción y cerca de la remontada

El Sevilla se mostró valiente también con el empate. La segunda parte fue suya y lo demostró. Entrando por las bandas, sobre todo por la derecha con Navas, y mejorando con la intervención en el partido del Mudo, que asistió a un cansado Banega en la creación del juego, siguió monopolizando la pelota, jugando en campo contrario y generando ocasiones, aunque fueran mal finiquitadas, como un par que tuvo Escudero o una clamorosa de De Jong que remató de cabeza muy flojo facilitando la buena parada de Asenjo.

Mereció un tercer gol el Sevilla, porque además el Villarreal ni supo ni pudo frenarlo en la segunda mitad, pero la falta de pólvora arriba impidió que la remontada doble fuera completa. Fue otro buen punto del equipo de Lopetegui, que mantiene las distancias con el Villarreal y salva la parte empinada del calendario sin ganar, pero sobre todo sin perder.

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