Mal antes, horrible durante

El Sevilla ha caído con todo merecimiento ante el Real Madrid y ha cerrado una de las peores semanas de Julen Lopetegui a los mandos del banquillo nervionense. El técnico vasco ha firmado dos planteamientos y dos partidos nefastos, casi impropios de lo que él mismo había acreditado. Si el miércoles tiró el partido ante el Chelsea, ante el Real Madrid completó una terna de decisiones erróneas. Mal planteamiento, mala elección de jugadores, mala elección de sistema, malos cambios, malas rotaciones. El caso es que el técnico propuso un plan ante el Real Madrid absolutamente inocuo, mutilando al equipo en la banda izquierda con Aleix Vidal (que hizo lo que pudo), con un centro del campo alejado de toda posición de ataque, y no encontró alternativas ni variaciones para hacerle daño a los de Zidane, que firmaron uno de los partidos más tranquilos en defensa. Fue además el entrenador absolutamente inflexible, cuando el equipo demandaba algo más de simetría, con el 3-5-2 quizás, con alguna variación en ataque. Pero nada.

El Sevilla cayó por 0-1, con un fallo infame de Bono, todo sea dicho, aunque lo cierto es que las ocasiones claras fueron del Real Madrid y prácticamente solo del Real Madrid, que fue mejor, más intenso, más preciso y más ordenado que el equipo hispalense. El inmovilismo en cuanto al sistema del técnico vasco del Sevilla propició que casi no generara peligro su equipo, y que los tres puntos volaran. A todo ello hay que sumar que reservó ante el Chelsea a jugadores que salieron al partido ante el Real Madrid sin intensidad y sin concentración. Los 10 primeros minutos lo dicen todo. Pudo bien adelantarse el Madrid con uno o dos goles.

Al Real Madrid le han hecho ocasiones con relativa facilidad esta temporada casi todos los rivales. Además en el Sánchez Pizjuán se presentaba el equipo blanco sin dos baluartes atrás, Sergio Ramos y Carvajal. Pues bien, el Sevilla prácticamente ni le hizo cosquillas. Los remates a puerta más claros que construyó fueron dos remates de chilena, eso dice casi todo de la imposibilidad de generar peligro de los de Lopetegui. Es verdad que el Real Madrid se aplicó bien, pero sobre todo es verdad que el conjunto nervionense ni supo ni tuvo la verdadera ambición de buscar al rival como para generarle incomodidad. Pudo ser realmente el partido más cómodo del Real Madrid en la temporada en defensa.

Equipo más largo, equipo más débil

Tiene un problema a día de hoy el Sevilla, que es la inseguridad defensiva. El equipo no se siente seguro. Tiene que ver esa sensación con una realidad, que el equipo se hace largo. Y quizás haya que buscar el génesis de esa problemática en el centro del campo. El centro del campo del Sevilla no da abasto. Se hace largo. No llega a bajar para construir juego y luego a tener presencia ofensiva. Eso hace que el equipo deje huecos, se estire sin éxito, y que en lugar de estar junto, como la temporada pasada, se alargue, se debilite, tenga fugas, demasiadas. Eso provoca que si el equipo se quiere parapetar atrás ni haga cosquillas arriba, y si se quiere ir arriba, sea fácilmente superado. Ante esta tesitura, ante el Real Madrid, Julen Lopetegui no aportó ni una solución. Es más, aportó más problemas. Parece casi inaudito en Lopetegui, pero el técnico vasco lo hizo todo mal antes y durante el partido.

Para empezar, sin lateral izquierdo, Julen decidió dejar ciega esa banda, nula. Colocó a Aleix Vidal, sin salida por la izquierda. Fue llamativo cómo ni los compañeros se la daban cuando Aleix doblaba por la izquierda. Lógico, cuando lo hicieron la jugada casi acababa. Luego, ante la falta de llegada del equipo, Lopetegui, que en algún momento podría optar por dar entrada a dos delanteros en posición de dos puntas, solo jugó con uno, ni con los cambios quiso dar presencia arriba al equipo. Y ante esa falta de efectivos en ataque, solo De Jong primero, solo En-Nesyri después, el Real Madrid de circunstancias estuvo cómodo no, lo siguiente. De sofá y puro la tarde para la zaga merengue.

No corrigió Lopetegui las deficiencias de su equipo durante el partido. Los cambios aportaron algo porque mejoraron las prestaciones individuales, Óliver, Suso... porque obligaron a colocar a alguien en la banda izquierda, aunque Aleix seguía en el campo, pero nada a nivel colectivo, ninguna alternativa ofensiva, ninguna alternativa para generar peligro. Solo dos remates acrobáticos, de De Jong y Ocampos, encontraron puerta. Eso lo dice casi todo. Es más, cuando empezó a meter el técnico jugadores que ampliaban el campo quitó a su mejor rematador de cabeza primero, De Jong, y a su mejor estilete en el juego aéreo de la defensa, Diego Carlos. Ni opción a empatar el partido en algún cabezazo. Un tanto inexplicable.

En ningún momento el Sevilla estuvo cerca de ganar el partido, y cierra una semana que debe servirle a Julen Lopetegui para aprender. Para aprender la gestión de semanas difíciles como esta y para aprender a gestionar los partidos ante el Real Madrid, que sea por lo que sea, cuestiones emocionales, tácticas o técnicas, son un muro para él.