Jordán 0-2, min 55;
En la armería manda un yunque
El Sevilla está en modo yunque. Gana y gana, vence y vence, compite y compite. Ha completado una semana con 8 goles a favor, ninguno en contra, con tres victorias de una solvencia extrema, con un nivel altísimo en defensa y ataque, y con una seguridad que asusta. Sus números son espectaculares, pero quizás lo que más asusta es verlo sobre el terreno de juego, sus pocas concesiones, su solidez, su eficacia y eficiencia. El conjunto de Lopetegui sumó otros tres puntos con una versión sólida, sobria, seria y se consolida ya en posición de Liga de Campeones mientras avanza en la Copa y se juega los cuartos en pocos días.
El Sevilla venció al Eibar en la localidad armera con una enorme seguridad. Sufrió algo, sí, pero la realidad es que destacó su solvencia, su lectura del partido. Supo qué hacer en cada momento y para qué, y al final terminó sacando adelante el encuentro con cierta tranquilidad. Porque este equipo ha añadido la calma a sus virtudes, a sus muchas virtudes.
El Sevilla soportó unos previsibles e intensísimos primeros minutos del Eibar, en los que apretó el equipo vasco de lo lindo, en los que se sucedían los balones al área y en los que Bryan Gil era jugador franquicia de los locales. Todos los ataques los protagonizaba el de Barbate, todos los uno contra uno se los jugaba él, todo el peligro lo canalizaba él. El jugador cedido del Sevilla aprovechó además que se encontró con un Navas minimizado, que tras sus molestias en la cadera ante el Valencia en Copa volvió a ser titular pero con muchas molestias, como coartado. Estaba tocado y se le notaba en los giros, en la reacción defensiva, en los golpeos en ataque... y acabó siendo sustitutido en el descanso.
No le fue mejor en el otro lateral al equipo de Lopetegui, porque de hecho Acuña se retiró lesionado a los cinco minutos. Algo muscular por su gesto. Rekik completó un partido bastante digno en defensa, con poca llegada pero digno atrás.
El caso es que sí que sufrió el Sevilla en esos primeros 10 minutos. Le costaba salir con la pelota, le costaba armar combinaciones y sentía la presión alta, altísima del Eibar, hasta el propia área de Bono. De ella se desquitaba con balones largos o con intervenciones lúcidas y lucidas de Suso, Óliver... En todo caso aisladas. Pero aún así cada vez que la pelota cruzaba el mediocampo En-Nesyri se activaba y peleaba todas las jugadas divididas, en velocidad. Y el marroquí, que no marcó pero provocó dos penaltis, fue el artífice de que su equipo tomara ventaja. En realidad generó dos penas máximas, aunque la primera la corrigió el VAR y luego Sánchez Martínez. De forma algo inexplicable, porque el futurible sevillista Dmitrovic tocó la pelota, sí, pero luego arrolló al delantero. No lo pitó finalmente, pero sí el siguiente en el que sucedió a la inversa pese a la evidente falta de Bigas. Avisó el VAR de la tremenda patada del defensa al delantero y Ocampos no falló con su habitual maestría en la ejecución.
El encuentro se hizo desde entonces mucho más anodino. El Sevilla se defendió bastante bien en juego, casi no volvió a sufrir en ese aspecto salvo algunas acciones o diabluras de Bryan. Sí lo pasó peor en jugadas a balón parado, en las que Kike Martínez pudo hacer algún daño.
Pero el Eibar, ya con el marcador en contra, y aunque salió con ganas en la segunda mitad, ya iba de más a menos, las fuerzas se agotaban porque la presión tan intensa tiene esa cara oculta y porque además el Sevilla supo jugar sus armas, supo circular la pelota con más asiduidad y desgastar aún más al rival. Para colmo de la idoneidad, el equipo de Lopetegui mató el partido con una magnífica contra iniciada por Ocampos en la izquierda, continuada por Suso y prolongada por Aleix, que la puso para que Jordan le hiciera el gol del ex a su equipo. Buena llegada del catalán para despistar a Dmitrovic (lesionado posteriormente) y poner en distancia al Sevilla en el marcador.
El partido ya estaba muerto porque el Eibar estaba moribundo y porque el marcador era demasiado rotundo sobre todo si el que lo tiene a favor es el Sevilla, que supo agotar el choque sin demasiado desgaste, con algunos cambios convenientes y sin debut del Papu, por cierto.
Rosendo, tienes mucha razón . Esa concentración lo dan los partidos y los entrenamientos. Y toda la culpa de que nuestro Sevilla FC sea un equipo campeón es del Sr. Lopetegui, ese entrenador que semana tras semana muchos quieren que lo echen. Pues a disfrutar del momento, le pese a quien le pese.
Seguimos sumando y las creaturitas llorando y pataleando juasjuasjuasjuasjuas ke es le ke más me gusta ,ke entre a decir ke si el penalti esto o lo otro ,la liga adulterada y buahh buahh buahh juasjuasjuasjuasjuas llorando las creaturitas y eso no es lo mejor ,ya los supuestos SEVILLISTAS críticos no aparecen tampoco ,como seguimos sumando y hay arriba ,tiene ke hocicar ,en fin seguimos sumando ,saludos desde Champions y desde arriba, se ve bien la matrícula creaturita??
El Sevilla se ha hechn un equipo campeón, que no v,uleve la cara y sabe lo que hace. Ha cambiado muchisimo en mewntalidad y juego para bien. Se lleva los partidos con solvencia, va camino del gran exito. Sin embargo, aún hay jugadores que les falta competir, que pierden balones facilmente, les falta intensidad y concentración. Estro deben corregirlo para que el equipo sea un equipo total. Por lo que veo tendrá porcos limitees, peero eso si, TOTAL INTENSIDAD Y CONCENTRACION.