El Sevilla FC había entrado algo frío al partido contra el CA Osasuna. Nada más arrancar, un centro desde la izquierda lo cabeceó Roberto Torres y estuvo muy cerca de poner el 1-0 en el marcador. Poco a poco, el equipo de Julen Lopetegui se fue haciendo con el control y la posesión del balón. No creaba demasiado peligro pero fue en el segundo de los córneres que sacó cuando encontró el premio. Un saque de esquina sacado por Joan Jordán y un cabezazo inapelable de Diego Carlos.
Fue un regalo del centrocampista catalán, que ejecutó el saque de esquina como hay que hacerlo: fuerte y con rosca. Con un balón así, tan sólo un leve toque de algún compañero comprometería muy mucho al portero osasunista. Pero además Diego Carlos se desmarcó a la perfección, marcó los tiempo y enganchó un testarazo imparable. Jordán supo que más adelante del punto de penalti se congregarían varios compañeros y allí puso la pelota. Jugada ensayada, pues antes del golpeo el centrocampista amagó con sacar y eso pudo aligerar un tanto las marcas de los defensores osasunistas.
La palabra regalo no está empleada de forma baladí en esta ocasión. Y es que el defensor brasileño acaba de ser padre. Y a su hijo recién nacido (Isaac se llama) le dedicó Diego Carlos el tanto. Lo hizo de la forma en que se ha puesto de moda: llevándose el pulgar a la boca. El típico gesto de un bebé. Ya no tiene Jordán que comprarle nada al chiquillo. Se trata del primer gol de la temporada del futbolista del Sevilla FC. Diego Carlos está cuajando una excelente campaña, aunque sufriera en el último partido, frente al Dortmund, las inclemencias de marcar a Haaland.