El gol del viento, el gol de las ondas, el gol del cielo

El gol de Antonio Puerta, aquel 27 de abril de 2006, será recordado por el sevillismo por los siglos de los siglos. Ese zurdazo de ese sevillista de Nervión, ese zurdazo de esa perla de la cantera, ese zurdazo de ese mito del sevillismo nunca se olvidará porque está en la mente de todos los sevillistas, en la memoria colectiva. Pero ese zurdazo del querido Antonio Puerta fue invisible a los ojos no sevillistas, a los ojos del mundo. Aquel partido, un jueves de Feria, no fue televisado. Aquel partido se vivió en el Ramón Sánchez-Pizjuán de forma inolvidable y se vivió aún en los transistores de los aficionados. Transistores aún, sí, cuando aún estaban en su albur los smartphones, las aplicaciones y la tecnología desarrollada que hoy, tres lustros después, disfrutamos.

Fue el gol del viento, el gol de las ondas. Las mismas que parecieron guiar la curva de ese zurdazo con ese efecto del exterior fuera a dentro hasta la portería de Rost. Fue el gol del cielo, porque quedará ese tanto en el aire flotando por los siglos de los siglos sevillistas.

Y esas ondas permanecen como permanece su recuerdo y como año tras año nos encargaremos de recordar en ElDesmarque, mientras siga ElDesmarque que será por los siglos de los siglos. Aún no habíamos nacido, llegaríamos meses después (25 de Agosto, Supercopa de Europa, con otra exhibición de Puerta), pero con ese gol en el corazón de la ciudad que vio nacer al medio.

Y por eso hoy, 15 años después, desde ElDesmarque seguimos recordando ese gol. De mil formas. Y esta vez toca recordar el gol del viento, de las ondas, de la voz. En la de mi admirado, querido, hermanado Andrés Ocaña, que por entonces cantaba goles como este (bueno, como este todos no) en Radio Marca. Nunca será mejor narrado, permítanme el resto de la pléyade de compañeros narradores.Y si Andrés lo narró de forma irrepetible, queda para el disfrute de los sevillistas igualmente aquella narración en Onda Cero de otro compañero y amigo, que fue Desmarque también, enfundado durante años en la Roja. Ilde Cortés lo llevó a las ondas y al viento con el mismo sentimiento y con la misma trascendencia, otra narración para disfrutar.

Tuvo, tiene y tendrá tanta magia ese gol que suena y sonará bien se escuche como se escuche. Se escucha bien hasta en alemán, hasta en el idioma de aquel equipo entonces enemigo que se convirtió en amigo por su elegancia, categoría y acompañamiento histórico (vayan el minuto 100 del vídeo, claro está).

Y quedarán en el imaginario colectivo, porque lo están y seguirán estando, las narraciones que cantaron ese gol mágico, ese gol del viento y las ondas. Como lo cantó de forma increíble el querido Jesús Márquez en Canal Sur, como lo cantó Jesús Alvarado en la radio oficial del Sevilla FC en aquel entonces, o como lo cantaron el resto de admirados narradores aquel jueves de Feria, por más que la tecnología o la curiosidad no nos haya permitido conservarlos de forma accesible hasta el día de hoy.

Todos ellos, gracias a ellos pasados los años, ya 15, viene a nosotros el gol de Puerta, aquel gol mágico que cambió la historia del Sevilla. Llega a nuestros ojos, llega a nuestros oídos. Es el gol del viento.