Un fondo de armario desconectado

El Sevilla se llevó los tres puntos ante el Valencia, en un partido marcado por el poco ritmo del choque y por el cambio de guión cuando salieron los jugadores titulares del conjunto hispalense. Poco se le puede decir a este equipo y a esta plantilla. Con el objetivo de ganar para sumar puntos y esperar un auténtico milagro es difícil competir. De alguna manera desconectas y te relajas. Sin embargo, eso le puede ocurrir a aquellos jugadores que lo vienen jugado casi todo, más si cabe desde la eliminación en la Champions. Un futbolista que tiene una oportunidad, aunque tenga el objetivo grupal en el bolsillo, tiene que dar más.

La primera parte fue endeblita, anodina y con pocas señas de identidad del equipo de Lopetegui. La segunda parte iba por el mismo camino, con un Valencia mejor, hasta que el vasco dio entrada a Fernando, Papu Gómez y Acuña. A partir de ahí el Sevilla dominó el choque, En-Nesyri marcó y se llevó los tres puntos.

LaLiga es un sueño casi inalcanzable. Ahora toca mirar los cambios que se pueden producir en la plantilla. Viendo el partido de hoy en el que hubo oportunidad para los menos habituales (Escudero, Gudelj, Óliver y Óscar), lo que está claro es que para subir ese escalón de élite el fondo de armario tiene que tener más nivel. De hecho, si repasamos la temporada, el fichaje que realmente ha marcado las diferencias ha sido Marcos Acuña. El Papu también ha aportado en este tramo final, aunque todavía se espera mucho más del argentino.

No obstante, muy buena temporada del Sevilla. 74 puntos y si gana uno de los dos partidos que quedan batirá su récord histórico. Campaña para aprender y reflexionar sobre la oportunidad desaprovechada en el tramo final de Liga. Año para ganar experiencia y saber que, para optar por un título de Liga, hace falta creérselo y poseer un banquillo de más nivel. Ese pasito se cultiva en verano y se riega durante el año. Ante el Valencia, el fondo de armario no funcionó y hubo que abrir de nuevo los cajones.