El embarazo de Koundé
-
Las notas de los jugadores del Sevilla ante el Red Bull Salzburgo: uno por uno
-
Once del Sevilla - Red Bull Salzburgo: Koundé y diez más
Pasó de todo en el Sevilla - Red Bull Salzburgo. En general fue un mal partido de los de Lopetegui. El equipo salió bien, pero los errores en defensa generando penaltis absurdos lastraron todo el choque. En esa fase de desconcentración que duró prácticamente toda la primera parte, En-Nesyri dio una patada innecesaria y a destiempo que provocó la primera amarilla. En la segunda parte ya sabemos todos lo que pasó.
Disculpen la ironía, pero lo cierto es que solo faltó que Koundé se quedara embarazado. Tres penaltis en contra para el Sevilla en los primeros 45 minutos y uno a favor. De los tres, todos ellos clarísimos, el primero y el segundo vienen de fallos groseros. Errores atípicos en un equipo bastante seguro defensivamente como este Sevilla de Lopetegui. En el primer penalti, Suso falla en la entrega, Koundé se queda mirando y Diego Carlos comete la falta dentro del área. Adeyemi la tiró fuera.
Pero sin duda, el penalti menos entendible de todos fue el de Navas. Adeyemi, un quebradero de cabeza para el Sevilla, corría hacia la línea de fondo y Navas, incomprensiblemente, lo empuja por la espalda. Penalti claro y tonto. Éste sí que lo convirtió Suncic. El tercer penalti fue muy claro. Adeyemi se escapaba y Bono salió e hizo falta clara. El lanzamiento de Suncic fue al palo.
Con esta mal Sevilla llegó el favor de Wöber en el penalti a En-Nesyri. Rakitic transformó en una primera parte loca.
Segunda parte
Ese consecución de acciones ilógicas siguió en la segunda parte con la expulsión, nuevamente absurda, de En-Nesyri. Se tiró fingiendo penalti y el árbitro le mostró la segunda amarilla. El banquillo del Sevilla reclamó que era fuera de juego y que la cartulina debía quedar invalidada, pero el árbitro bielorruso pasó olímpicamente. Rarito el colegiado por otra parte.
Pasaron muchas cosas, tantas que el Sevilla tuvo las ocasiones más claras con uno menos. No obstante el pinchazo es claro. Nadie firmaba un punto ante el Red Bull Salzburgo en casa. Lo que pasa es que el guión lo escribió un mono con dos pistolas y al final el empate no fue ni malo. Solo le faltó al simio relatar que Koundé estaba de parto.
¿El segundo penalti claro? No fue ni falta. Revísate la vista que lo llevas claro...
No hemos empezado bien,hay algunos que todavía no están en muy buen nivel de juego,lo raro es que Oscar no saliera en todo el partido,lo que queda es hecharle casta estrenando para no repetir lo de hoy.