Otra primera parte para la colección de DVD

El Sevilla ha ganado un partido complejo en Vigo. Tenía bajas, muchos suplentes, metió a jugadores que habían jugado poco como Óliver, Augustinsson o Rekik, pero es no excusa para firmar otra primera mitad impropia de un equipo Champions.

¿El Sevilla aspira a qué? Jugando así, otra vez, a nada. El equipo volvió a perpetrar otros primeros 45 minutos muy malos. Sin intensidad, sin ritmo, sin ocasiones y muy, muy muy plano. La buena noticia es que el Celta estuvo al mismo nivel que el Sevilla durante el primer tiempo. A pesar de que el centro del campo estuvo perdido, tras el descanso Loptegui no cambió de inmediato. El entrenador tuvo que esperar a los primeros compases para introducir los primeros relevos. Reacción el técnico, después de que Santi Mina mandara un balón al palo ante la inacción del Sevilla.

Con la entrada de Delaney y Suso por Rakitic y Óliver (los dos muy mal), el equipo se encontró con un gol inesperado. Salvado por un rebote y la pillería de Rafa Mir, el Sevilla marcó y el partido se tranquilizó levemente.

Sin embargo, las sensaciones del conjunto hispalense siguen sin ser positivas. Una plantilla confeccionada para competir de verdad por todo lo que surja, no debe seguir desaprovechando las primeras partes de esta manera. No le pega al equipo ni al entrenador. Todo se enfatiza más, si se recuerda el mensaje de Navas tras la derrota en Granada y las palabras de Fernando en la entrevista con ElDesmarque.

Lo mejor del encuentro son los tres puntos. Hay que resolver el juego y las intenciones de las primeras partes. No juega a nada, especula y es reincidente en este aspecto. Hoy la suerte ha acompañado al Sevilla y Rafa Mir. Cazó un rebote milagroso y solventó la papeleta. Es lo más importante, pero para dar un salto más hay que ser más perfecto.