El canterano que estudia Ingeniería de Telecomunicaciones, jugó en Colombia y vivió a 100 metros del Sánchez-Pizjuán
Pablo Pérez (Madrid, 2001) afronta su particular reválida con el primer equipo. El lateral izquierdo es uno de los diez canteranos que han viajado con el Sevilla FC a Corea. Un premio que debe dejar atrás más de un año de calvario por una serie de lesiones que le privaron en su día debutar en la élite. El chico, un trotamundos que no perdió su pasión al otro lado del charco y que, casi de forma literal, llegó a tener al Sánchez-Pizjuán como su propia casa.
La trayectoria de Pablo Pérez guarda una historia muy particular. Antes de volver a España, el ahora lateral probó fortuna en Sudamérica: "Nos tuvimos que mudar varias veces por el trabajo familiar, y nos fuimos a Colombia, donde pasé por varios equipos. Aquella experiencia me sirvió para cuando volví a Valencia, que entré en la cantera del Levante. Al año nos volvimos a mudar y llegamos a Sevilla, donde comencé a jugar en el Nervión. En Colombia no hay tantos recursos, material, personal especializado…", comentaba hace un par de años en una entrevista.
"Es todo diferente. También los campos, que allí se dejan regar por la lluvia… Incluso el ritmo de juego era trabado, precisamente por el estado de los campos. Todo era diferente, pero hay que sacarle el lado positivo. Cuando vuelvo y entro en la cantera del Sevilla, con unos campos espectaculares, personas específicas en cada área, un trabajo muy profesional… Todo eso lo valoras mucho", añadía.
Pablo Pérez, ingeniero de telecomunicaciones
Y del Nervión pasó a coquetear con los entrenamientos del primer equipo. De hecho estuvo en la expedición que viajó a Colonia para levantar la sexta Europa League. Un escaparate que le llevó incluso a ganarse un sitio en las categorías inferiores de la selección española. Un cambio radical en su vida, aunque eso no le impidió compaginar sus obligaciones. De hecho su sueño siempre fue el convertirse en Ingeniero de Telecomunicaciones. Tanto es así que levantó la Europa League a la misma vez que cursaba el primer año de carrera.
Y es que, caprichos del destino, el Sánchez-Pizjuán lo siente como su casa. De hecho era vecino del feudo sevillista, viviendo a escasos 100 metros del estadio. Nadie mejor que él para saber cómo siente y late el corazón de Nervión.
Un lateral reconvertido y que tiene una brillante proyección ofensiva. De hecho a su llegada a la ciudad se destapó en el Nervión como extremo, haciendo también las veces de delantero, marcando nueve goles en su primer año. Una lesión en el bíceps femoral y otra en el isquiotibial le privaron de debutar cuando Escudero y Acuña estaban lesionados en el primer equipo, y este curso su incidencia en el filial ha sido algo menor. En total ha disputado 15 partidos en Primera RFEF aunque en este curso venidero espera encontrar la regularidad deseada. Y por qué no, obtener el premio por el que lleva trabajando mucho tiempo.
Anda que el chaval tiene la misma preparación que yo que no se haser la o con un canuto
de PABLO PEREZ se espera despues de pasar por lesiones un gran porvenir como futbolista de categoria,asi lo esperamos este año.........