A falta de amateurismo, Bono, un gol y más de lo mismo
La rebeldía, la posesión y el juego ofensivo son preceptos de Sampaoli, aprehendidos de referentes como Menotti o Bielsa. También el amateurismo, la vuelta a las raíces, divertirse jugando al fútbol como cuando éramos pequeños. Y a falta de ese amateurismo, Bono, un gol y más de lo mismo. Ésa es la receta que empleó el técnico argentino para lograr su primer triunfo con el Sevilla FC, en la novena jornada de LaLiga Santander ante el RCD Mallorca. Su revolución llegará, aunque mientras eso pasa logró lo que el equipo necesitaba con maneras del antiguo Sevilla de Lopetegui.
Sampaoli aparenta muchas veces estar como un cencerro, pero es muy listo y un magnífico entrenador. Y sabe dónde se ha metido. Ha tenido que ver muchos partidos del Sevilla FC al menos de las dos últimas temporadas para darse cuenta del marrón que se ha venido a comer. Probablemente por eso en los días previos al choque en Mallorca volvió a hacer tanto hincapié en el aspecto anímico, dejando claro que el equipo podría entrar en regresión de nuevo y restando importancia a los brotes verdes detectados ante el Athletic Club y, sobre todo, en Dortmund.
¿Y el amateurismo? Cuando se pueda
Como si el chamán que dicen que trae fuera él mismo, pareció vislumbrar lo que iba a pasar en Mallorca. La cornada del equipo es gorda y no se arregla en la enfermería de la plaza. Tiene faena quirúrgica, y mientras acierta con el bisturí y llegan vendajes en el mercado de invierno (si es que es posible), toca arremangarse, ponerse los guantes de látex y convencer al enfermo de lo que hay que hacer mientras se cura. ¿Y el amateurismo, la rebeldía, el juego ofensivo? Cuando se pueda, estimado sevillista. Haga usted el favor de tener paciencia.
Con este plantel y las condiciones en las que se encuentra, con la moral por los suelos y automatismos fraguados en más de tres años; no cabe por ningún lado intentar imponer su propuesta. Y ahí está el gran cambio de Sampaoli, que él mismo ha reconocido: adaptarse a lo que tiene más que la plantilla se adapte a él, al menos a corto plazo.
El argentino quiere tener la pelota, aunque no tanto para someter al rival como para defenderse; sabe que no tiene apenas físico, que los mediocampistas sufren demasiado sin el balón y tiene muchos en la plantilla, que sus delanteros tienen el gol atravesado...pues, entonces, un 5-2-3-0. Sin delantero, con tres centrales sin siquiera que Zianzou dé un pasito adelante con el balón como en Alemania; sin arriesgar, sin casi nada de nada...
Aburrimiento con Bono y un gol
Ese fue el Sevilla de Sampaoli en Mallorca. Con eso logró aburrir soberanamente a sus aficionados y a todo el que viera el partido, pero también que sus hombres se sigan haciendo al hecho de volver a competir. Bono solventó como un pulpo las dos ocasiones iniciales casi seguidas de Abdon. Ahí se acabó el RCD Mallorca. Y eso ya supuso mucho: anular a un rival incisivo, que juega bastante bien para el plantel que maneja, que muerde por las bandas y que estaba ante los suyos. Cierto que no estaba su gigante Muriqi. Y cierto también que ni tiró a puerta en la primera parte.
Sea como sea, el Sevilla adormeció el partido durante 53 minutos. Podía haberse quedado durmiendo hasta el 90 o que lo hubiera despertado el Mallorca en alguna jugada afortunada. Ahí residía el riesgo. Sin embargo, lo espabiló de sopetón Gudelj con un latigazo que entró por la escuadra del meta mallorquinista. Paradójico: probablemente el jugador más sobrevalorado de este Sevilla FC y el que no suele dar un pase de más de metro y medio. Ése, precisamente, despertó también la ilusión de los sevillistas.
No pasó mucho más antes y tampoco después. Los cambios de uno y otro equipo resultaron ineficaces para cambiarle el ritmo al encuentro. Tan sólo una ocasión clara de los locales en los últimos finales del encuentro que volvió a desbaratar Bono, un portero como un castillo. Ni falta que le hacía al Sevilla que pasara nada. Lo que le hacía falta era ganar para salir de los puestos de descenso, seguir reconstruyendo la autoestima y ganar la partida a un rival que ahora mismo lo es pero nunca debiera ser directo.
Señores el Sevilla ha tirado una vez a Puerta en 96 Minutos, otro Equipo no perdona lo que perdono hoy el Mallorca.
Pésimo y mediocre titular.