Suso, "sin correr", renace en el Sevilla de Mendilibar

Corriendo o sin correr, Suso es otro. El futbolista del Sevilla, nombre propio de la jornada al contestar a unas palabras recientes de José Luis Mendilibar, confirmó este pasado lunes, ante el Girona, un hecho inapelable: la mejor versión del futbolista está de vuelta.

El extremo llegó al Sevilla, desde Milán, cedido con opción de compra en el invierno de 2020. Julen Lopetegui confiaba en él, le conocía bien y creía que era la pieza necesaria para el ataque de su equipo.

Tras un buen inicio, Suso fue perdiendo importancia, en gran parte, debido a una grave lesión de tobillo que lo mantuvo ocho meses apartado de los terrenos de juego.

Su vuelta al verde, la de verdad, coincidió con el adiós de Lopetegui, pero lejos de asustarse, siguió pujando. Con Sampaoli parecía reencontrarse, pero poco a poco, fuese por físico o por desencanto, bajó el nivel.

"Lo que yo viví antes no lo he vivido nunca en mi carrera. Han sido cosas tan particulares, tan raras... Dependes de los resultados y si sale bien, pues mira, pero por desgracia no salió bien. Lo de antes era algo muy raro. El fútbol es mucho más fácil. El tipo de entrenamiento, el sistema, la manera de jugar... Con los futbolistas que tenemos, no había que inventar mucho. Organizándonos y con las ideas básicas, con los jugadores que tenemos saldremos adelante", comentaba sobre el argentino.

Con Mendilibar, a pesar de ese pique de carreras, se ha recuperado. El atacante vuelve a ser el que era, un futbolista capaz de arrancar, de encarar e irse de su par, de desbordar, de mirar al arco y ser peligroso.

Ante el Girona, Suso entró en el campo en el 60', por el Papu Gómez, y a pesar de la adversidad, rindió de mediapunta, de extremo e incluso de mediocentro. Se entregó a la causa.

Este verano el Sevilla tendrá que hacer una gran reestructuración en la plantilla y deshacerse de muchos futbolistas. Suso, con contrato hasta 2025, busca convencer a su club para que cuenten con él de nuevo y quedarse algún año más.