Bodipo, un entrenador que se gana volver a casa

Rodolfo Bodipo, nacido en Dos Hermanas en 1977, se ha ganado con creces dar el salto a España. Esa es su apuesta, avalada también por sus números. El sevillano, que llegó a coquetear con el Betis - "es mi primera opción" dijo en su día- y ha estado mucho tiempo ligado a las etapas de formación del Sevilla FC, dejó su impronta como futbolista en equipos como Recreativo de Huelva, Deportivo, Racing o Alavés, entre otros. Pero ahora su sino es bien distinto. El exfutbolista lleva muchos años formándose para cumplir su sueño: entrenar en la élite nacional. Y valía tiene de sobra para lograrlo.

Desde 2017, paso a paso, poquito a poquito, el ahora entrenador ha ido quemando etapas en busca de moldear su idea de ver el fútbol, conocer conceptos nuevos, seguir creciendo y aguardar, certificado por sus números, una oportunidad en el fútbol profesional -o semi- español.

Nada más consumar su retirada, allá por 2013, el nazareno se preparó a conciencia como entrenador. Una vez conseguido el título UEFA PRO, su primera oportunidad le llegó cuatro años más tarde, en el Atlético Mancha Real, aunque por aquel entonces la situación del club manchego no era la ideal.

Y justo cuando iba a emprender una aventura en Kuwait, le llamaron de su país de origen. Fue entonces cuando decidió barrer para casa y ayudar a Guinea Ecuatorial desde dentro, como segundo entrenador de la selección absoluta. Aunque siempre mantuvo contacto con su familia africana, tomó la decisión arrimar el hombro, siendo partícipe de muchos síntomas de crecimiento del país. En estos últimos años ha compaginado el cargo de Director General de Juventud y Deportes con la selección sub23 y la selección absoluta local, fomentando el crecimiento de la cantera, dando pasos hacia la profesionalización de los más jóvenes y convirtiéndose en uno de los iconos del país.

Bodipo, todo un icono en Guinea

Y es que su impacto allí ha sido casi histórico, desde que debutó como futbolista con la absoluta de Guinea. "Cuando llegó el avión, la pista estaba llena de gente y cuando bajaron se llevaron a Bodipo a hombros por toda la pista como si fuese Beckham", relataron en su día sobre su llegada al país para jugar con la selección. "Eso no se paga con dinero, es único", dijo el entrenador en una entrevista. Por poner en contexto qué supuso su llegada. Su debut (como futbolista), inmejorable. Triunfo por la mínima ante la Togo de Adebayor y luego, tras el partido, desfile (era el día nacional) con el chándal de la selección. Todo un héroe del país convertido ahora en icono formador y técnico.

Dicen los conocedores de su valía que guarda un futuro prometedor. Presumen los futbolistas aleccionados por él de disfrutar de un técnico especialista en crear atmósferas positivas, primando siempre el bienestar del jugador, guardando las distancias pero siempre cercano a ellos. Entre sus logros aparece el hito de clasificar por primera vez a Guinea Ecuatorial sub23 para la Copa África, haciendo lo propio hasta una tercera ronda.

Su crecimiento fue tal que le valió para convertirse en el seleccionador absoluto de Guinea en la CHAN 2018, -equivalente a la Copa África pero solo con jugadores locales-, disputada en Marruecos, logrando un triunfo como domicilio después de 15 años sin lograrlo el país. Ahora, después de asentar las bases de un futuro prometedor para la nación africana, Bodipo aspira a mucho más. Y propuestas ya tiene.

España... ¿su próximo reto?

Su crecimiento no ha pasado desapercibido en España y su juventud, ligada a unos números cuando menos esperanzadores, atisban un futuro ilusionante para Bodipo. Le motiva el reto, capacidad y son varios los equipos españoles que ya han preguntado su situación, lo que establece un escenario cotizado de cara al verano. Lo respalda su incipiente trayectoria. Quién sabe dónde estará su techo, pero las sensaciones y su corta, pero notable, trayectoria hacen prever que estará dando guerra por aquí más pronto que tarde.