A Europa solo se va por Budapest

El Sevilla cerró su temporada en el Sánchez Pizjuán con la derrota ante el Real Madrid, muy marcada en todo caso por la final de la Europa League ante la Roma en Budapest. Tan marcada que todas las entradas y casi salidas estaban marcadas por la cita del próximo miércoles. Las participaciones de Jordán y Tecatito así lo dictan. Jesús Navas, Fernando, Ocampos y en En Nesyri, por ejemplo, no participaron ni un minuto. En todo caso el Sevilla peleó el partido bastante bien. La primera parte fue buena, con un buen principio y un buen final cuyo bagaje fue de un gol, pero pudieron ser más. Entre medias, un buen Real Madrid que logró el empate en un tanto de falta de Rodrygo con tanta responsabilidad del madridista como de Bono, que se colocó fatal y favoreció el gol. La segunda parte ya fue otra historia, el Real Madrid muy superior culminó la remontada en una contra de Rodrygo.

Las posibilidades europeas del Sevilla vía Liga, la Conference League, casi desaparecen, pero la cabeza solo está en Budapest, y casi que así debe de ser, pues la cita del año, la cita del curso, en la que el equipo nervionense puede hacer de nuevo historia y culminar con oro una obra que empezó embarrada.

El partido deja la competitividad de siempre del Sevilla, que en la primera parte marcó pronto, Mir, y malogró ocasiones claras, de Lamela ambas, y una bajada de nivel en la segunda, coincidiendo con salidas de jugadores clave (Rakitic, Bryan Gil, Lamela) y la entrada de varios de los que menos nivel físico tienen por las lesiones (Jordán, Tecatito). A ello se le unió un buen papel del Real Madrid con la pelota.

El encuentro, eso sí, deja una muy buena noticia en el Sevilla, la aparición del chaval Manu Bueno, canterano que recibió la alternativa y cumplió con creces. Y otra mala, aunque ya intrascendente, la roja, una más, de Acuña por una entrada a Dani Ceballos, que fue centro de la ira de los sevillistas.