Nada para al sevillismo: el Puskas Arena acogerá el mayor desplazamiento europeo de su historia
Por tierra y aire, no por mar porque Hungría es un país sin costa, el sevillismo se ha preparado para el mayor desplazamiento europeo de su historia. El Sevilla FC juega la séptima final de la UEFA Europa League en Budapest, y allá que van los Guardianes de Nervión para llevar en volandas a su equipo hacia el título. Como dice el lema que el sevillismo ha tomado para sí, ‘Nadie la quiere como nosotros’.
Pese a las inmensas dificultades que se han encontrado los aficionados para llegar a Budapest -el club ha subvencionado 200 euros del viaje a todos sus abonados con asiento-, en el Sevilla estiman que será el mayor desplazamiento europeo de aficionados con entradas de la historia de la entidad. En concreto, el viaje a la final de 2023 supera a la de 2015 en algunas decenas de aficionados. En Varsovia estuvieron 13.200 sevillistas, mientras que en la capital húngara se espera un mínimo de 13.256, una cifra que podría ampliarse en las próximas horas. Si bien, es cierto que hay numerosos sevillistas con sus boletos comprados que no han sido capaces de encontrar manera de viajar. La UEFA otorgó 15.000 localidades, que no han llegado a venderse precisamente por esos problemas para viajar pese a que se inscribieron casi 20.000 socios.
"A pesar de los problemas de la distancia, de 3.000 kilometros, los pocos vuelos, son más de 13.000 las entradas que se han vendido y seguro que más de 12.000 sevillistas van a estar con el equipo. Es la cantidad de aficionados más grande de todas las finales de la Europa League", ha indicado el presidente José Castro nada más llegar a Budapest.
José Castro: "Son más de 13.000 las entradas que se han vendido y seguro que más de 12.000 sevillistas van a estar con el equipo. Es la cantidad de aficionados más grande de todas las finales de la Europa League".
En la primera final de la Copa de la UEFA del Sevilla, en Eindhoven, el club repartió unas 9.200 entradas entre sus aficionados, aunque la presencia de sevillistas en el Philips Stadium superó la cifra de 10.000. En la ciudad neerlandesa había más hinchas nervionenses, pues unos 4.000 viajaron sin entrada a la que era la primera gran experiencia continental del equipo. Por si no había más, claro.
Para Glasgow 2007, la UEFA dio 13.250 entradas, pero no se agotaron, sobre todo porque un mes después el Sevilla jugaba la final de la Copa del Rey en Madrid. El sevillismo batió récords en aquel desplazamiento a la final de la Copa del Rey, pues 65.000 coparon prácticamente el Santiago Bernabéu, y en total fueron unos 85.000 los que se dieron cita en la capital de España, convirtiéndose en la mayor ‘invasión’ de la historia del fútbol nacional.
En las últimas finales de la Europa League, la UEFA redujo drásticamente el cupo de entradas asignadas a las aficiones de cada equipo. Así, 7.500 estuvieron en Turín en 2014 y sólo 6.200 en Basilea en 2016. En 2015, en Varsovia, en el Nadorowy Stadion, se dieron cita 13.200 sevillistas, una cifra menor a la que el club prevé que se dé este miércoles en Budapest.