Las primeras pinceladas de un Sevilla con mucho trabajo por hacer

El arranque del Sevilla de García Pimienta no ha sido, ni mucho menos, el esperado. El conjunto blanquirrojo cayó derrotado este pasado lunes ante el Orlando Pirates (0-2) en un encuentro en el que, a pesar de que no se pueden sacar demasiadas conclusiones, sí hubo detalles muy buenos... y otros no tan buenos para los intereses de Nervión.

Le faltó ritmo, con y sin balón, le faltó acierto, con y sin balón, le faltó físico, con y sin balón, y le faltó, además, mayor conexión para llevar a cabo la idea de su entrenador, pero al menos el Sevilla de García Pimienta, parece un equipo de García Pimienta.

Los primeros detalles del Sevilla de García Pimienta

Y hablamos de un equipo made in García Pimienta porque no todo son malas señas en este Sevilla. Cierto es que el conjunto blanquirrojo, que apenas lleva doce sesiones de entrenamiento, pecó muchísimo, pero también es cierto que echó de menos a muchos nombres.

La mayoría de jugadores sobre el verde este pasado lunes eran canteranos -o del Sevilla Atlético- (Ramón, Hormigo, Pedro, Rivera, Collado, Mateo, Darío, Castrín, Guillén, Manu Bueno, Idumbo) y, evidente, a pesar de su ilusión y su calidad, se notó.

A ello habría que sumarle la falta de ritmo habitual en estas fechas y la diferencia de trabajo con el Orlando Pirates, que llegaba tras haber disputado ya algunos amistosos, pero este Sevilla mostró algunos detalles.

Por ejemplo, la salida de balón vuelve a ser, y casi de manera innegociable, en corto. Primero Kike Salas y Ramón, y después Nianzou con Castrín, fueron los encargados de dar el primer pase. El que mejor y más lo hizo fue el francés, que entendió lo que necesitaba su equipo mejor que sus rivales.

Otro detalle de Pimienta fue la inclusión de los laterales, en multitud de ocasiones, como jugadores interiores. Los extremos y los laterales iban cambiando dicha función y mientras Darío sí tuvo más precisión, Carmona y Pedrosa, por ejemplo, a pesar de intentarlo no tuvieron tanta suerte.

La presión alta, aún por mejorar

Otro de los detalles que mostró el equipo es un compromiso de bloque unido y líneas altas. Por momentos, el Sevilla aplastó su presión muchísimo, apretó al rival, pero la realidad es que, por ritmo o compenetración, no salió tan bien como hubiese gustado.

Por suerte, lo de García Pimienta en el Sevilla apenas acaba de comenzar. Faltan aún por incorporarse muchas piezas, muchas claves, pero las primeras señales ya se están mostrando.