Stanis Idumbo se gana otra ronda con García Pimienta

Los focos, evidente, apuntaban a Saúl Ñíguez, a Sambi Lokonga o incluso a Isaac Romero, todos ellos en el once inicial, pero el gran nombre de la noche en el Sevilla apenas tuvo media hora de juego: su nombre fue el de Stanis Idumbo, un chico que, por el momento, se ha ganado otra ronda, otra oportunidad, con García Pimienta.

Es tan desequilibrante que a veces incluso parecer engañarse a sí mismo. Stanis Idumbo llegó el pasado mercado invernal prometiendo velocidad, desborde y descaro en los metros finales, pero ni por adaptación ni ritmo fue capaz de imponerse en el once de Jesús Galván.

A pesar de ello, nadie en el club se atreve a dudar de su capacidad. El técnico del Sevilla Atlético ha insitido en repetidas ocasiones en su desborde y Víctor Orta, uno de los culpables de su apuesta, confía al máximo en todo lo que le puede dar al Sevilla.

La realidad, sin embargo, es que hasta ahora Stanis Idumbo había sido mucho más bonito que efectivo. Hasta la noche de este martes.

Idumbo, nombre propio ante el Sporting de Portugal

El chico saltó al terreno de juego a falta de media hora para el final y desde la primera bola que tocó, notó que esta vez debía ser diferente. Dicen los que entienden de fútbol, que los extremos necesitan tener ese primer regate efectivo para ir creciendo e Idumbo, al menos esta vez, cumplió con la profecía.

Descarado, encaró a su rival una, otra y otra vez. Provocó, tras una excelente arrancada, la expulsión de un contrincante y, sirva como señal, hasta Suso, uno de los mejores en la segunda mitad hispalense, le buscaba constantemente para crear peligro.

Su puesto en el primer equipo, teniendo en cuenta la llegada de Ejuke y la permanencia de Lukebakio, parece realmente complicado, pero el chico, al menos, se ha ganado una oportunidad más bajo las órdenes de García Pimienta.