García Pimienta y las claves de la mejoría del Sevilla: mayor equilibrio y verticalidad

La victoria del Sevilla FC en el derbi ante el Real Betis supone un impulso para el proyecto de García Pimienta que, sumada al empate en San Mamés y el triunfo ante el Real Valladolid, aumenta a tres partidos la racha sin perder de los sevillistas, lo que le ha valido para situarse en una zona más cómoda de la clasificación con doce puntos, los mismos que, precisamente, los verdiblancos o el Girona. A solo dos puntos de zona europea y seis por encima de la zona de descenso.

Una mejoría en los resultados que coincide con unas sensaciones más positivas en cuanto a juego. Si bien ante el Real Valladolid se obtuvo una victoria apurada, en los compases finales del partido gracias al gol de Ejuke, en San Mamés y en el derbi el cuadro sevillista tuvo momentos de dominio en el juego y fue capaz de generar ocasiones importantes de gol. Unos partidos en los que García Pimienta le ha dado una vuelta de tuerca al dibujo táctico con el que empezó la temporada.

El doble pivote Gudelj - Agoumé se afianza

El entrenador del Sevilla había comenzado la temporada apostando por un centro del campo compuesto por un solo pivote y dos jugadores como interiores, en la segunda línea de ataque. Un esquema moldeado también durante la pretemporada. Sin embargo, los problemas evidenciados en partidos como ante el Alavés y la influencia de las lesiones de jugadores como Sow y Saúl Ñíguez, han llevado al técnico a introducir una variante en su dibujo táctico: una apuesta por el doble pivote con el que el equipo parece haber encontrado un mayor equilibrio.

Ante el Real Valladolid, la lesión de Saúl dio entrada a Agoumé en el centro del campo junto a Gudelj. Una pareja que ha tenido continuidad tanto en San Mamés como en un derbi en el que ambos tuvieron un gran desempeño, minimizando el protagonismo de un jugador como Lo Celso, que llevaba a la cita como la referencia del Betis en ataque y en estado de gracia. Por delante de ellos se ha consolidado Peque, en una posición en la que el ex del Racing de Santander se encuentra más cómodo, por detrás del delantero y con libertad asociativa, asumiendo protagonismo en la construcción de juego.

Ejuke y Lukebakio, el factor diferencial en ataque

A ese mayor orden y equilibrio por dentro, especialmente a la hora de defender y en la transición defensiva, se le asocia la verticalidad y el desborde por fuera en ataque. García Pimienta tiene claro que su equipo debe tener capacidad de desequilibrio con unos extremos que van adquiriendo cada vez más protagonismo. En esa faceta, Chidera Ejuke y Dodi Lukebakio volvieron a lucir como dos de los nombres propios del derbi.

El primero fue el jugador decisivo en la victoria ante el Real Valladolid y el empate en San Mamés, generando muchos problemas también a Bellerín en el encuentro de este domingo. Un protagonismo que también compartió el belga, que marcó el gol de penalti y gozó de una gran ocasión para sentenciar el partido, además de numerosas internadas por banda derecha, completando un partido muy completo y terminando como único delantero y exhausto tras un gran desgaste físico.

Tanto Ejuke como Lukebakio se han asentado en el equipo titular en esta buena racha de resultados de las últimas jornadas y el modelo de juego del equipo permite que el balón les llegue a ellos en, prácticamente, cada acción de ataque, para encarar y buscar el camino hacia la portería rival. Una idea que cada vez parece más instalada en el vestuario del Sevilla.