La inyección de sevillismo de la cantera; de los goles al lamento
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Kike Salas dio dos asistencias; Juanlu e Isaac Romero marcaron un gol
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El moronero acabó entre lágrimas tras resbalarse en el gol definitivo
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García Pimienta confiesa que Kike Salas acabó llorando en el vestuario tras su error ante Antoine Griezmann
El Sevilla FC sufrió este domingo una dolorosísima derrota en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. En el descuento, Antoine Griezmann marcó el gol que remontaba un partido en el que los de Xavier García Pimienta cuajaron una hora muy buena de juego, y media hora para olvidar. En clave sevillista, lo más destacado llegó, exceptuando a Dodi Lukebakio una vez más, de los futbolistas que se criaron en la Carretera de Utrera.griez
El técnico catalán alineó de inicio a José Ángel Carmona, Kike Salas, Juanlu e Isaac Romero, casi la mitad de los jugadores de campo, y fueron clave en el buen rendimiento que dio el equipo hasta que todo se cayó como un castillo de naipes con la llegada del primer gol de Griezmann.
Carmona pasó más desapercibido, pero los otros tres tuvieron una participación clave en los goles. El segundo fue obra de Isaac Romero -que por fin dio fin a su sequía goleadora-, a pase de Kike Salas, y el tercero también tuvo al de Morón de la Frontera como asistente, con Juanlu rematando en el segundo palo para convertir un esperanzador 1-3 que acabó convirtiéndose en una pesadilla.
Todos ellos acabaron el partido excepto Isaac Romero, que fue sustituido por Iheanacho dos minutos antes de que el Atlético de Madrid consiguiera el gol de la victoria, mientras que en el banquillo se quedó Jesús Navas, quien no pudo despedirse en el terreno de juego de uno de los estadios con más solera del fútbol español. Los otros canteranos convocados eran Idumbo Muzambo y Alberto Flores, el portero del filial.
Las lágrimas de Kike Salas
En lo negativo, también Kike Salas fue de los protagonistas. Si estuvo espectacular en ataque jugando en el carril zurdo ante la baja de Adriá Pedrosa -Valentín Barco ya no cuenta para nada-, en defensa se le vieron las costuras, tanto en el primer gol de Griezmann como, sobre todo, en el último.
El moronero, se derrumbó en la caseta sevillista en el Metroplitano, tal y como reconoció tras el partido García Pimienta. “Tenemos gente de la casa, que tiene ese sentimiento. Kike Salas estaba llorando, porque después del partido que ha hecho, esa última acción, que no creo que sea un error, se ha resbalado y un gran jugador como Antoine Griezmann lo ha aprovechado”, contaba. Sentimiento sevillista que no se ha traducido en puntos, pero que debe servir para insuflar orgullo a un equipo al que le falta una vuelta de tuerca definitiva para empezar a creer en sí mismo.