Unai Emery 'obligó' a Kevin Gameiro a lanzar el penalti ante el Benfica: "Tenía la rodilla muerta"

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"Tenía la rodilla muerta, pero Unai me dijo que tenía que lanzar"
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Gameiro reconoce que "aquella Europa League sufrimos en todos los partidos"
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Kevin Gameiro, también historia en Francia
Nadie, jamás, sabrá que habría ocurrido si Kevin Gameiro, recién retirado del fútbol profesional, no hubiese lanzado aquel penalti del Sevilla ante el Benfica para ser campeones de la Europa League, pero lo que sí sabemos es que el atacante galo no quería lanzar... y Unai Emery le obligó.
En una extensa entrevista en Radio MARCA, el punta repasa su carrera futbolística en España, donde pudo jugar en el FC Barcelona, y dejó algunas anécdotas durante sus "increíbles" años en el Sevilla.
El francés, que asegura que su mejor versión se vio en el Sevilla, donde "anoté unos poquitos goles", decía bromeando, equipo en el que vivió un curioso momento con Unai Emery.

"Yo no quería tirar, tenía la rodilla muerta", recuerda de aquella noche ante el Benfica. "Cuando Emery me lo preguntó, le dije que no. Se puso a buscar y un minuto después vino a por mi y me dijo que iba a tirar. Me dolía mucho, después tuve problemas con la rodilla, pero fue un momento muy bueno, gracias a él marqué ese gol".
Kevin Gameiro cree que 'no tendrían' que haber ganado la Europa League
Como anécdota, Kevin Gameiro reconoce que, en su opinión, aquel Sevilla "no debía" haber ganado la Europa League. "Sufrimos muchísimo en todos los partidos, en la final por ejemplo chutaron 20 veces y nosotros una, pero había una identidad, un ambiente magnífico. ¿Lo de Mbia? No sé desde donde llegó para rematar de cabeza".
"Unai es muy intenso, pero es un gran entrenador. Me gustaba mucho, discutimos algunas veces, pero acabamos bien siempre. Él me ayudó muchísimo para estar bien en Sevilla. El fútbol es así, a veces te enfadas, yo quería jugar mucho y Bacca también marcaba mucho. Fue bueno para el grupo, porque los dos marcábamos", cerraba antes de recordar que "cada gol en el Sánchez-Pizjuán, con esa afición, era una locura".
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