Joaquín Caparrós, en estado puro, aprieta a Suso y al grupo: "¡Quiero música!"
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El técnico dejó varias curiosidades en su segundo entrenamiento
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Está convencido de recuperar al equipo
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Joaquín Caparrós recupera la sonrisa del Sevilla
Joaquín Caparrós ha vuelto. El entrenador del Sevilla ha completado este martes su segunda sesión de entrenamiento tras el cese de García Pimienta y tras un primer día de reconocimiento y charlas extensas, el segundo ha sido puro Caparrós: bromas, gritos, ánimos y mensajes muy curiosos.
Como si no se hubiese ido nunca. Joaquín Caparrós ha vuelto a la ciudad deportiva con la ilusión del primer día, con el ánimo de un chaval y aunque se toma con guasa los temas de la edad, el entrenador sabe que necesita ese plus más que nunca.
Es por ello que el de Utrera se exprime en estos primeros días para apretarles a sus jugadores. Sabe que no puede cargarlos físicamente "porque después no llegamos a los partidos frescos", pero sí sabe que debe apretarles en lo mental, recuperar el ánimo y la confianza de un grupo que debería salvarse sin aparentes problemas.

La música de Joaquín Caparrós
Como anécdota, y principal diferencia con García Pimienta, Joaquín Caparrós ha querido meterse prácticamente en los ejercicios de sus jugadores, interviene cuando alguien se queja de una entrada e incluso va animando en los rondos. "¡Música! ¡Quiero música!", se le escucha gritar en referencia al constante toque de balón de sus jugadores.
Son anécdotas, detalles, de un método particular, de un tipo que siempre ha trabajado con la misma filosofía, con la misma idea y que, en la mayoría de ocasiones, ha tenido éxito.
Vuelve a Sevilla con ilusión, con las ganas de un chaval, con el ímpetu de alguien que estaba "loco por ayudar" a su equipo. Se siente un privilegiado y quiere que sus jugadores también lo sientan y lo primero que ha hecho es mostrarse tal y como es.