El reencuentro con la afición
Alberto García protagonizó uno de los culebrones del verano en el Sporting. Además de la historia interminable de Scepovic y la posible salida de Barrera, el guardameta vivió un mes en el que estuvo muy cerca de firmar por Las Palmas.
El Villa de Gijón sirvió, además de para la presentación del Sporting ante su afición, para que Alberto se reencontrara con los seguidores rojiblancos después de haber sido el centro de atención durante las últimas semanas. El portero saltó al terreno de juego en el descanso. Abelardo le concedió la segunda parte del trofeo para que tuviera minutos de competición, después de haberse ausentado en el Teresa Herrera. Alberto abandonó El Molinón con un mensaje. "Quiero darle las gracias a la gente. He tenido un momento muy largo después de todo un mes pensando sobre mi futuro. Quiero dar las gracias desde el primero al último, lo he repetido muchas veces pero el cariño que recibí no se me olvidará", comentó.
El catalán recibió una ovación de los 7.000 espectadores que acudieron al estadio para presenciar el choque: "Me ayudará mucho para este año, sé que voy a tener que trabajar duro, pero con el apoyo de la gente todo se hace más fácil".
El torneo se decidió en la tanda de penaltis y el portero pudo detener un lanzamiento. Su labor bajo los palos ayudó al equipo a que el Villa de Gijón se quedara en las vitrinas del nuevo museo que se inaugurará el próximo octubre. "Es un paso en mi carrera personal, me da confianza haber ayudado a mis compañeros", afirmó.
El meta es consciente de la dificultad que tiene luchar por un hueco en el once inicial ante un portero, Cuéllar, que el año pasado fue el que más minutos de liga disputó de toda la plantilla.