La cuestión central

La remodelación completa sufrida por la zona central de la defensa del Sporting de Gijón, durante el pasado verano, no ha logrado el éxito esperado por la dirección deportiva del club asturiano. La inversión realizada no ha convencido, ni a los técnicos al frente del equipo ni a los aficionados.

Cuatro fueron los centrales que se unieron al proyecto rojiblanco, Torrecilla mediante, el traspaso de Federico Barba, la cesión de Juan Sebastián Quintero y las incorporaciones de Ález Pérez y Xandao, han dejado más dudas que certezas sobre el ojo del encargado de conformar la plantilla.
Federico Barba, mayor traspaso pagado por la entidad en su historia reciente, ha sido hasta el parón invernal, el jugador que ha jugado más minutos de la plantilla, sin embargo su rendimiento posiblemente no ha sido acorde al precio pagado por su incorporación. La sensación de dominio de su zona de influencia que había dejado en sus primeras apariciones se ha ido diluyendo con el paso de las jornadas, su capacidad para jugar el balón en largo también se ha ido apagando y algunos fallos de concentración traducidas en faltas innecesarias han ido mermando su valor. La inversión, hoy por hoy, no resultaría rentable.
Álex Pérez, el último en llegar, por mediación del ya parte del recuerdo, Paco Herrera, ha dejado sus carencias al descubierto demasiado a menudo. Se ha mostrado con dificultades para imponer su envergadura por alto, su juego con balón es más que deficiente y no parece tener la jerarquía suficiente para ser central titular de un equipo con aspiraciones.
El colombiano Quintero, es la viva imagen de la potencia sin control, sus carencias técnicas ha quedado demostrado que no se pueden compensar con su potencia física y su ímpetu. Quizá la oportunidad de dar el salto a Europa le haya llegado demasiado pronto, o no. Su continuidad en el equipo está más que en entredicho.
Por último, el brasileño Xandao. Su fichaje, operación de riesgo avalada por el director deportivo, está recordando a las incorporaciones de finales de los 90. Un futbolista que lleva más de un año sin jugar al fútbol, con problemas físicos derivados de su inactividad y que puede abandonar el club con 29 minutos disputados en liga como bagaje. De ser así, su nombre pasará al recuerdo de los aficionados, como el de tantos otros.