Las 48 horas que Álvaro Jiménez nunca olvidará
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48 horas de incertidumbre, de infarto, de incredulidad y de alegría. Así han sido los dos últimos días de Álvaro Jiménez antes de entrenarse en Mareo como nuevo jugador del Sporting de Gijón. El jugador cordobés llega cedido por parte del Getafe después de una travesía inimaginable y de estar a un paso de incorporarse a las filas del Málaga CF.
Rubén Baraja ya tiene al extremo que tanto anhelaba y que le faltaba para completar una plantilla de garantías. Álvaro Jiménez tiene capacidad para jugar por ambas bandas y le dará más alternativas al técnico vallisoletano durante la temporada.
Pero para que esta operación llegara a buen puerto han tenido que darse muchos factores. De hecho, el extremo andaluz pasó reconocimiento este martes con el Málaga y sólo el límite salarial impidió que el conjunto costasoleño pudiera inscribir al futbolista de manera inminente.
Álvaro Jiménez prefirió no esperar a que el Málaga aligerara su plantilla y decidió poner rumbo a Gijón para negociar con el Sporting, otro de los equipos que había mostrado interés por hacerse con sus servicios.
Tras pasar reconocimiento médico y cerrar el acuerdo, el atacante se ha convertido de manera oficial en nuevo jugador del Sporting. Y desde ahí, directamente al césped de Mareo.
El futbolista cordobés ha realizado carrera continua con el grupo que forman los tocados Isma Cerro, Robin Lod, Rachid y Carlos Cordero para posteriormente ejercitarse en solitario.
Una auténtica odisea que ha acabado con final feliz. Álvaro Jiménez llega con ilusión y con la mente puesta en conseguir un objetivo que ya lograra con el Getafe: ascender a Primera división.
