Miguel Torrecilla, en el entrenamiento del Sporting en Mareo (Foto: Luis Manso).
Pablo Guisasola
Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting de Gijón, pasa por su momento más crítico desde su llegada en el verano de 2017. No consiguió, se quedó cerca, del objetivo en su primera temporada, mientras que ha iniciado la segunda con un balance muy negativo.
Torrecilla tomó esta semana la decisión de ratificar a Rubén Baraja. Una semana más para el técnico pucelano con el equipo en la mitad baja de la tabla y el descenso más cerca que el ascenso. Tras el fracaso con Paco Herrera quiere evitar la caída de Baraja hasta que ya resulte insostenible.
Por ello, el salmantino se ha dejado ver de nuevo en el entrenamiento de este jueves en Mareo. Sentado en el banquillo ha seguido buena parte de la jornada de trabajo. Una imagen en soledad que ilustra el momento actual. El consejo de administración ha perdido parte de la confianza que tenía depositada en él. Y para la afición está en el centro de la crítica.
En este sentido, se suele decir que "las notas se ponen en junio". Con razón, eso sí, aunque hasta entonces son muchas las recuperaciones que deberá afrontar con éxito.