Un problema que persiste sin solución

José Alberto fue claro desde la pretemporada, el equipo necesitaba un extremo, un jugador de banda que reforzara esa zona del campo. El fichaje no se llevó a cabo, la petición del técnico no se cumplió. A partir de ese momento se tenían que buscar soluciones dentro de la plantilla a un problema que sigue persistiendo a día de hoy. Las bandas del Sporting de Gijón son un problema, tanto en el ataque como en la defensa.

Al equipo le hacen daño por los costados. Damián, Unai Medina, Molinero y Cordero han actuado en la demarcación de lateral y han visto cómo por momentos, el equipo sufre para frenar las internadas por las bandas. Un problema que aparece cuando a los defensores rojiblancos les atacan con dos hombres por los costados, es decir, con el banda rival y la incorporación del lateral de dicho lado. Aquí es donde se necesita la ayuda del jugador de banda para que ayude a su defensa. Una circunstancia que no está ocurriendo como debería.

Los hombres que actúan pegados a la línea de cal, no están siendo efectivos a la hora de ofrecer ayudas a los laterales. La incidencia de estos futbolistas en la faceta defensiva es muy pobre, les cuesta el retorno tras la pérdida de balón y el seguimiento a la incorporación del lateral rival no es del todo eficiente. En el momento en el que el equipo da un paso hacia atrás, normalmente en las fases finales de los partidos, estos jugadores no son capaces de sujetar las situaciones de peligro que hay en ambos lados de la defensa, cuando el contrincante se lanza con todo al ataque.

Cuesta generar peligro

En el apartado ofensivo la situación en las bandas también es delicada. Se puede ver a un Sporting de Gijón que no genera peligro por fuera, los jugadores de dicha zona no crean ocasiones de uno para uno ante el rival, incapaces de infiltrarse de fuera a dentro buscando pisar el área del oponente para crear peligro. Además los extremos no aprovechan los espacios que los delanteros generan a su espalda, dejando ver una falta de ritmo a la hora de correr al espacio entre la defensa y el portero, lo que impide que el equipo tenga la opción de jugar en largo.

José Alberto debe seguir dándole vueltas a las opciones que tiene dentro de la plantilla, para solucionar este problema que padece el Sporting en lo que va de campeonato. En los últimos partidos el equipo ha dejado la sensación de que debe sacrificarse más en el trabajo por los costados, para mitigar el déficit existente en dicha parcela del campo.