Sid Lowe también siente en rojiblanco: su recuerdo del día que Mourinho sucumbió ante el Sporting
Hace mucho tiempo que confesó su amor por el color azul, por el Real Oviedo, un club y una ciudad que lo enamoraron a primera vista. Hablamos del reconocido periodista británico Sid Lowe, que en esta ocasión, ha salido al paso para engrandecer al máximo rival de los carbayones, el Sporting de Gijón. Lo ha hecho al recordar el día en el que el conjunto rojiblanco se impuso al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, rompiendo así la racha del entonces técnico blanco José Mourinho, que no perdía un partido como local desde marzo de 2002. Era abril de 2011.
If I remember rightly, lost the run to Sporting Gijon at the Bernabeu. https://t.co/nFDfZ2aw2b
— Sid Lowe (@sidlowe) March 28, 2020
Aquel día está grabado en la memoria de todos los sportinguistas. Aquel mágico 2 de abril de 2011, el Sporting que por aquel entonces entrenaba Manolo Preciado asaltaba la plaza del Santiago Bernabéu. El Real Madrid se jugaba LaLiga, pero un gol de Miguel Ángel de las Cuevas llenó de alegría a los seguidores asturianos y sirvió para dejar en bandeja el título al FC Barcelona.
La victoria en cuestión sigue siendo un recuerdo vivo de la siempre fiel hinchada rojiblanca. Y es que, además, permitió al Sporting poner fina a la racha de Mourinho, que vio truncada su inmaculada trayectoria de nueve años sin perder como local tras 150 partidos de Liga, entre sus etapas en Oporto, Chelsea, Inter de Milán y Real Madrid.
El Sporting supo detener los ataques constantes del Madrid durante todo el enfrentamiento, pero el momento mágico e inolvidable para los rojiblancos llegó a falta de 12 minutos para el final del partido. Una jugada para el recuerdo en la que participaron desde Alberto Lora hasta el goledor Miguel de las Cuevas, pasando por Nacho Cases e Yago Gandoy. Fue entonces cuando apareció el alicantino, para con un sutil toque al palo derecho de la portería de Iker Casillas batió al entonces mejor portero del mundo. El Bernabéu se silenció y dio paso al éxtasis de una Mareona que no se creía lo que sus ojos acababan de presenciar.
