Media hora de rotundidad y un latigazo de Jony salvan al Sporting de sí mismo

Otra vez el Sporting de Gijón de las dos caras. El de una primera parte fulgurante (más concretamente, media hora), que le valió para ponerse dos goles por delante ante el Villarreal B; y el de la segunda parte, que a duras penas sobrevivió, viviendo de las rentas ante un filial que, en este período, le superó en fútbol, intensidad y entusiasmo. Menos mal que apareció Jony al final para poner tranquilidad.

Lo cierto es que salió el Sporting muy enchufado al césped de El Molinón. Un equipo muy vertical que buscó llevar peligro a la portería de Iker Álvarez desde el primer minuto. La primera ocasión se la fraguó Aitor García de un balón en profundidad. Regateó a Miguel Ángel Leal hacia dentro, se perfiló el balón a su pierna derecha y, metiendo el interior muy abajo a la pelota, puso un disparo a la escuadra del palo largo. Un auténtico golazo con dedicatoria especial: a Nacho Méndez tras su lesión.

Siguió atacando el Sporting. Djuka se topó hasta en dos ocasiones con el portero rival, pero fue Gio Zarfino, en acción de estrategia, quien marcó el segundo tanto del encuentro. Un gol que hizo a los de Abelardo confiarse y retroceder, y a partir de ahí el Villarreal B comenzó a crecer y a acercarse a la portería defendida por Mariño. A partir de ahí, los rojiblancos trataron de buscar al filial amarillo al contragolpe. Y justo en una de ellas Aitor se rompió, él solo, en una carrera. Rápido pidió el cambio y fue sustituido por Queipo. Una pena porque, al igual que el resto del equipo, estaba cuajando una grandísima primera mitad.

Aunque el Villarreal B seguía apretando. En el descuento, Tasende dejó una volea espectacular que se marchó repelida por el poste, para fortuna de Mariño y del Sporting. E incluso en los últimos instantes del primer período el VAR revisó un posible penalti a Djuka que, finalmente, no fue señalado.

El Sporting vuelve a meterse atrás y el Villarreal B casi empata

Eso sí, en la segunda parte el Sporting no entró tan bien como en la primera. De hecho, se está convirtiendo en una tónica habitual en este equipo. De un cúmulo de carambolas, duelos perdidos y errores defensivos dentro del área llegó el tanto de Antonio Pacheco, que recortó distancias en El Molinón.

Poco después Insua dio un susto tras un choque con Mbacke en el que se dolió mucho de la rodilla izquierda. Hubo cierto temor ya que siempre fue un futbolista tendiente a este tipo de lesiones. Sin embargo, pudo entrar y continuar el partido con normalidad. Aunque para susto el de Fer Niño. Un pase filtrado a la espalda de Izquierdoz acabó con disparo del delantero, Mariño tapó bien pero el roteño lo recogió y volvió a poner el balón en juego, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego.

Se desplegó otro par de veces el Sporting, con intentos de Djuka que desbarataron entre Otero y el portero rival, y de Rivera que tampoco supo gestionar el colombiano. Partido muy gris del extremo, de hecho. Todo esto hasta que volvió a apretar el Villarreal B. Una acción de Haissen desbordando a Cote con facilidad acabó con un centro que Cali desvió lo justo para que no acabara en gol.

Pedía paciencia Mariño tras atrapar un centro lateral a veinte minutos del filial. Y es que ni le duraba la pelota al Sporting ni estaba acertado a nivel defensivo. Un equipo desarbolado en el que ni Rivera ni Zarfino supieron darle la pausa al balón que necesitaba el equipo.

Jony aparece para sentenciar cuando peor estaba el Sporting

Eso sí, el talento siempre será el talento. Y Jony, que entró en la segunda mitad junto a Cote, se valió de su velocidad y de la ingenuidad de la defensa del Villarreal B para meterse en conducción hasta el área rival. Con pierna derecha disparó y marcó en el momento que peor lo estaba pasando el Sporting. A partir de ahí, Abelardo lo tuvo claro para intentar cerrar el partido: Bamba y Nacho Martín para cerrar la defensa y e intentar tener un poquito más el balón en el centro del campo.

Tras el tanto de Jony el Sporting ganó tranquilidad y tuvo algo más el balón, sabiendo controlar el encuentro hasta el final. Un triunfo que le valió para colocarse como cuarto clasificado de LaLiga SmartBank, eso sí, al inicio de la jornada y con todos los rivales directos por jugar.