Un granito más de apoyo y unión
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La figura de Layhoon Chan gana enteros cada día que pasa. Su serenidad, su naturaleza y sobre todo su temple en los malos momentos la han convertido en esa persona que hacía falta para acabar con esa sensación de desgobierno que ha existido en los últimos meses en el equipo. Si su primera comparecencia pública esta temporada, cuando anunció la capitalización de 100 millones de euros, ya fue una bocanada de aire fresco para el proyecto de Meriton, la de este lunes en la que explicó la salida de Nuno Espírito Santo, fue mejor si cabe.
Sus gestos de complicidad son cada vez mayores con todos los trabajadores del Valencia CF, pero no se queda en una pose todo lo que hace, ya que este martes quedó reflejado bien claro lo que su figura representa. La presidenta salió a ver trabajar al equipo, lo hacía de forma habitual cuando Nuno se sentaba en el banquillo y no quiso ser menos con Voro y Phil Neville, ella sentía que tenía que estar en la sesión de trabajo en la que se 'estrenaban' al frente del equipo.
Pero lo curioso es que fue sorprendida literalmente por las cámaras y por decenas de fotógrafos y periodistas que todavía estaban en el entrenamiento porque Voro permitió a la prensa quedarse una hora de reloj para que pudieran hacer su trabajo en condiciones. Layhoon Chan estaba acostumbrada a que cuando ella saliera a ver trabajar al equipo, no quedara nadie en las gradas del Antonio Puchades y por eso al darse la vuelta comprobó que toda la prensa todavía estaba realizando su trabajo.
Con su habitual serenidad y con esas dosis de humor que pone en ciertos momentos, la presidenta exclamó al ver a la prensa: "Me preguntaba, ¿por qué estaba todo el mundo tan callado hoy a mi llegada?". Acaba de comprender que los futbolistas y los empleados estaban tan callados porque delante de ellos estaban los focos de decenas de medios de comunicación que este martes pudieron ejercer su trabajo sin trabas. Voro acaba de derribar un 'muro' con la prensa que estaba en pie el último año y medio con Nuno.
Layhoon Chan se marchó hacia uno de los banquillos del Antonio Puchades y se sentó para ver la sesión de trabajo de los futbolistas y comprobar cuál era el ambiente que existía en la plantilla tras la salida de Nuno y su cuerpo técnico. Y lo que vio le gustó porque la intensidad fue mayor que con el luso y sobre todo vio como Voro y Neville premiaban con buenas palabras los esfuerzos de los jugadores. Se sentó junto al psicólogo del equipo y a éste le preguntaba todas cosas que no entendía. A ella le encanta el fútbol (ve todos los partidos del Valencia) y se quiso enterar sobre qué estaban trabajando y preparando.
Pero poco pudo disfrutar del entrenamiento porque comenzaron las llamadas y le tocó trabajar desde su móvil. Enviaba emails, contestaba a todos los mensajes que le llegaban, pero cuando podía lo dejaba en la butaca de al lado para poder ver a su Valencia. Incluso en un momento del entrenamiento se le resbaló de las manos y se le cayó el teléfono de las manos. Se levantó, lo recogió y lo guardó en el abrigo. Tocaba ver la parte final del entrenamiento. Fue la forma de la presidenta de dar su apoyo, de demostrar que ella estaba ahí para aportar su granito de arena.