Málaga despierta el fantasma de los goles encajados
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
-
La mayor debilidad del Valencia CF
-
La mala suerte amplía la sangría de goles encajados
-
Sigue la sangría: el Valencia despide el año liguero encajando
El Valencia C.F de la temporada 2016/17 se ha convertido en uno de los equipos más goleados en toda la historia del equipo 'che'. El conjunto valencianista acumula 56 goles en contra a falta de 5 jornadas del cierre de la temporada y se encuentra a tan solo seis goles de alcanzar los 62 que se encajaron en la temporada 85/86 y en la 06/07.
El cuadro de Voro ha acusado la elevada cantidad de tantos que recibió a lo largo de la primera vuelta, en aquel entonces bajo las órdenes de Pako Ayestarán y posteriormente Cesare Prandelli. No sería hasta el partido frente al Villareal en la jornada 19 cuando el equipo dejaría la portería a cero por primera vez en toda la temporada. A partir de ahí, bajo el mando de Voro se ha conseguido cerrar la portería en cinco ocasiones.
A falta de 5 jornadas, tan solo le superan el Valencia de la temporada 1996/97 con 59 goles, el de la 54/55 con 60 y los de la 85/86 y 06/07 con 62.
Sin embargo, no ha sido suficiente para evitar que este Valencia sea uno de los equipos más goleados en toda su historia. A falta de 5 jornadas, tan solo le superan el Valencia de la temporada 1996/97 con 59 goles, el de la 54/55 con 60 y el de la 85/86 y 06/07 con 62. Unos números que hablan a las claras de uno de los grandes lastres de los valencianistas esta temporada, la fragilidad defensiva.
La sangría de goles que han recibido en algunos encuentros ha condenado al Valencia. Han sido varios partidos en los que se han encajado 3 o más tantos. Concretamente en 9 ocasiones, mientras que frente a Las Palmas, Eibar y Barcelona se llegó a la cifra de 4 goles en contra.
El conjunto del Turia siempre se ha caracterizado por tener la firmeza defensiva como uno de sus pilares a la hora de construir los equipos. Así se lograron dos ligas con Rafa Benítez, formando un conjunto rocoso que tenía como premisa la portería a cero. Pese a ello, en los últimos dos años la debilidad en la retaguardia se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza del equipo.